Un alarmante deterioro en su estado de salud, caracterizado por una marcada delgadez y diversas afecciones sin tratamiento, fue la imagen que presenció Nelva, esposa del opositor cubano José Daniel Ferrer, durante la visita conyugal que finalmente se concretó el pasado viernes.
La información fue divulgada por Ana Belkis Ferrer, hermana del activista, a través de sus redes sociales, señalando que el encuentro familiar tuvo lugar después de que las autoridades penitenciarias comunicaran a Nelva, un día antes, la reprogramación del permiso que había sido previamente denegado el 3 de septiembre.
El testimonio de su esposa detalla un cuadro clínico preocupante. A pesar de que recientemente le permiten exposiciones al sol un par de veces por semana, José Daniel Ferrer presenta una palidez notoria y una tos que no cesa.
Además, padece de un dolor constante en los oídos, así como de múltiples lesiones cutáneas atribuidas a hongos, picaduras de insectos y las extremas temperaturas. Para agravar la situación, sufre una infección en el dedo pulgar de uno de sus pies.
La hermana del líder opositor agregó que este permanece recluido en el mismo destacamento donde, fue sometido a torturas en julio y agosto. De hecho, las amenazas de repetir dichos tratos crueles, e incluso de atentar contra su vida, persisten.
“Entre los principales delincuentes criminales al servicio de la dictadura se encuentra un sujeto conocido como “Caney”, denunció Ana Belkis.
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Su supervivencia se ve comprometida por la falta de asistencia médica adecuada y la sustracción sistemática de los alimentos y productos de aseo que su familia le provee.
A las precarias condiciones se suma una severa escasez de agua potable en toda la prisión, la cual es suministrada de forma racionada e insuficiente mediante camiones cisterna. Por consiguiente, su alimentación depende en gran medida de la solidaridad de otros reclusos que comparten con él lo poco que tienen.
Pese a todo esto, José Daniel Ferrer se ha mantenido firme en sus ideales desde el primer día de tortura, negándose a agachar la cabeza ante la dictadura y manifestando que, antes de eso, prefiere incluso la muerte.
Redacción de Cubanos por el Mundo
