La justicia popular se impuso nuevamente en las calles de Santiago de Cuba, donde un delincuente fue neutralizado por una multitud de vecinos tras despojar a una persona de su teléfono móvil en la vía pública.
La información sobre este suceso fue difundida por el comunicador Yosmany Mayeta Labrada a través de su perfil en la red social Facebook.
El origen del altercado tuvo lugar cuando el asaltante cometió el hurto en la calle Santo Tomás, entre San Ricardo y Santa Isabel, un área céntrica de la ciudad.
Inmediatamente después del acto delictivo, el hombre emprendió una veloz carrera para evadir su responsabilidad, lo que desató la inmediata reacción de los transeúntes.
No obstante, la captura no fue sencilla. Durante su intento de escape, el sujeto fue interceptado por primera vez en la intersección de las calles Corona y San Ricardo. De manera sorprendente, en medio del caos, algunos individuos intentaron facilitar su fuga después de que este recibiera una serie de golpes, lo que generó una enorme confusión y crispación entre los congregados.
Finalmente, la persecución concluyó en la calle Rastro, entre San Ricardo y Santa Isabel. En ese punto, la llegada de un único agente policial en motocicleta, quien actuó con el respaldo de los presentes, permitió asegurar al individuo y poner fin a la tensa situación que se había prolongado por varias calles.
Este acontecimiento no es un hecho aislado, sino el reflejo de una peligrosa realidad social. La comunidad se ve forzada a ejecutar las labores que le corresponden a una policía ineficiente, cuyo principal objetivo al servicio del régimen castrista es la represión de ciudadanos inocentes que exigen seguridad.
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Por consiguiente, los antisociales operan con una creciente sensación de impunidad en Santiago de Cuba y en el resto del país, conscientes de que no enfrentan una persecución real por parte de las autoridades.
Redacción de Cubanos por el Mundo
