Las autoridades han logrado identificar formalmente a Tyler Robinson, un joven de 22 años originario de Utah, como el principal sospechoso del homicidio de Charlie Kirk.
Como se recordará, el suceso se remonta al pasado miércoles, cuando Charlie Kirk fue asesinado a sangre fría por un disparo en el cuello mientras participaba en un debate abierto en el campus de la Universidad del Valle de Utah.
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La confirmación sobre la identidad del detenido provino inicialmente de un funcionario de las fuerzas del orden, quien compartió la información con la agencia The Associated Press bajo condición de anonimato debido a que la investigación aún se encuentra en curso.
El desenlace de la persecución tuvo lugar a unos 400 kilómetros al sur del escenario del crimen, en las inmediaciones del Parque Nacional de Zion. Fue allí donde Robinson, tras una negociación mediada por su padre, acordó su entrega voluntaria.
De hecho, según detalló el gobernador de Utah, Spencer Cox, la colaboración familiar fue decisiva. “Damas y caballeros, lo atrapamos. En la noche del 11 de septiembre, un familiar de Tyler Robinson contactó a un amigo de la familia, quien a su vez contactó a la Oficina del Sheriff del Condado con información de que Robinson les había confesado o insinuado que había cometido el incidente”, explicó en una rueda de prensa.
La noticia de la captura había sido adelantada por el presidente Donald Trump durante una intervención televisiva. “Con un alto grado de certeza, lo tenemos”, anunció el mandatario en una entrevista para Fox News Channel.
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Esta declaración se produjo apenas unas horas después de que el FBI intensificara la solicitud de colaboración ciudadana mediante la difusión de nuevas imágenes, lo que sugería dificultades en la localización del fugitivo.
En relación con la pesquisa, los investigadores recuperaron el arma que presuntamente se utilizó en el ataque contra Charlie Kirk: un rifle Mauser de cerrojo del calibre .30, comúnmente empleado en la caza mayor.
El fusil fue localizado envuelto en una toalla en una zona boscosa, con un casquillo percutido en la recámara y tres balas adicionales en el cargador, un hallazgo clave para el desarrollo del caso.
Finalmente, el perfil que emerge del detenido a través de diversos medios lo describe como un “buen estudiante”, aunque también han circulado fotografías que lo muestran familiarizado con el uso de armas desde una edad temprana.
Redacción de Cubanos por el Mundo
