La madrugada del domingo en Gibara, municipio de la provincia de Holguín, fue detenido un manifestante pacífico, por parte de las fuerzas policiales del régimen cubano.
Esto ocurrió despues de una protesta que hubo en el municipio la noiche anterior, donde los cubanos salieron pacíficamente a exigir sus derechos.
La situación reavivó la alarma entre activistas y observadores internacionales, que siguen de cerca la realidad de la isla, donde el régimen comunista persigue y encarcela a las personas que están en contra de su dictadura.
El sábado por la noche, cientos de residentes de Gibara salieron a las calles tras permanecer cerca de 24 horas sin electricidad.
En medio de la oscuridad, se escucharon consignas como “¡Pongan corriente!” y “Libertad”, reflejo del hartazgo acumulado por años de apagones, escasez de agua y una crisis económica persistente.
La manifestación incluyó la participación de familias enteras, incluso niños, y se desarrolló sin incidentes violentos.
A través de las redes sociales fueron publicados videos donde se observa a una patrulla policial arrestando a una persona en la mañana del domingo.
“¡Ay qué pena!”, se escucha decir a un testigo en uno de los videos, sin embargo, la identidad del detenido permanece sin ser revelada.
Aunque la secretaria local del Partido Comunista, Nayla Marieta Leyva Rodríguez, afirmó en Facebook que la manifestación se desarrolló en “un ambiente de respeto y diálogo”, la respuesta del régimen comunista ha sido contraria a esto, después de que fue pública la primera detención arbitraria después de este suceso.
Según el último informe de Prisoners Defenders, al cierre de agosto de 2025 se contabilizaron 1.185 presos políticos en la isla, un récord histórico.
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Redacción Cubanos por el Mundo
