Frente a las versiones que circularon sobre una presunta falta de insumos, la Empresa Eléctrica de La Habana aseguró este lunes que el liniero Osmani Hernández Madroza, de 35 años, dispone (supuestamente) de todos los recursos necesarios para su recuperación tras el accidente laboral que sufrió el pasado viernes.
Este pronunciamiento surge a raíz del grave percance que padeció el operario mientras realizaba labores de reparación en una avería en el municipio San Miguel del Padrón.
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La fuente de esta declaración es una publicación difundida por la propia entidad estatal a través de sus canales en redes sociales, cuyo comunicado se emitió justo después de que una comitiva de la institución visitara al trabajador en el Hospital Miguel Enríquez.
Dicha aseveración institucional contrasta directamente con la denuncia pública realizada previamente por Gretel Aparicio, expareja del afectado.
Como se recordará, a través del ciberespacio, ella había solicitado apoyo para obtener vendajes y medicamentos, argumentando que la familia se veía en la obligación de buscar ayuda externa para cubrir las necesidades básicas de Osmani.
En medio de esta controversia, el propio Osmani Hernández transmitió un mensaje de entereza desde su convalecencia. En declaraciones para La Tijera, el liniero expresó con lucidez su situación: “Fuerza de voluntad tengo… y consciente de lo que va a pasar. Así que tranquila mamá, no te preocupes. Yo sé que por lo menos voy a perder los brazos, pero la vida la conservo”.
Por otro lado, el círculo íntimo del operario quiso aclarar que la familia no gestionó ninguna solicitud de ayuda económica, indicando que la iniciativa de su expareja fue una acción independiente y no consultada.
En paralelo, la Empresa Eléctrica de La Habana añadió que el paciente “se encuentra recuperándose favorablemente y con excelente estado de ánimo, asimila bien los alimentos que le suministran, aunque la dieta es blanda”.
Detalles adicionales sobre el día del siniestro revelan la dramática intervención de los vecinos de la zona. Ante la ausencia de bomberos o personal de emergencia, fueron los propios residentes quienes, según testigos, bajaron al hombre del poste mientras convulsionaba y lo trasladaron en un vehículo particular al hospital, una acción ciudadana que resultó crucial en los primeros momentos de esta emergencia en La Habana.
Redacción de Cubanos por el Mundo
