Una campaña de solidaridad ciudadana se inició en La Habana para recaudar medicamentos y material sanitario destinados a Osmani Hernández Madroza, el liniero de 35 años que padeció graves quemaduras mientras desempeñaba sus funciones.
La familia del trabajador eléctrico se ha visto en la necesidad de solicitar públicamente apoyo para costear el tratamiento de sus severas lesiones, poniendo de manifiesto una urgente carencia de recursos para su recuperación.
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Este clamor surge a raíz del grave percance que sufrió Hernández durante la reparación de una avería en el municipio de San Miguel del Padrón. En el transcurso de su labor, el operario entró en contacto con un conductor eléctrico partido, lo que le provocó una potente descarga y quemaduras de consideración en ambas manos que casi le cuestan la vida.
La voz de alerta provino de Gretel Aparicio, expareja del operario y madre de su hijo, cuyo testimonio fue difundido a través de plataformas digitales, donde expuso la crítica situación que atraviesan.
En su publicación, Aparicio subrayó que, a pesar de las garantías iniciales de las instituciones, la realidad los ha forzado a depender de la generosidad colectiva para obtener lo más básico, un sentir que fue amplificado por el perfil informativo La Tijera en la misma red social.
En este contexto, la familia denuncia un abandono, pues la institución estatal había asegurado en un primer momento que acompañaría a los allegados y cubriría todas sus necesidades. Sin embargo, la evolución de los hechos sugiere que la recuperación de Hernández depende solo de la colaboración del pueblo que del respaldo que las autoridades de La Habana, por lo que Aparicio facilitó una tarjeta bancaria (9205 9598 7986 1533) y un número de contacto (56072438) para canalizar la ayuda.
Junto al pedido de auxilio, se levantó una enérgica exigencia de justicia para que se investiguen a fondo las causas del accidente. Aparicio advirtió que no descansará hasta que se aclaren los hechos y se determinen las responsabilidades.
Además, la situación laboral previa del liniero añade una capa de complejidad al suceso. Fuentes cercanas revelaron que Hernández había solicitado su baja de la empresa en múltiples ocasiones durante los últimos tres meses.
La compañía, no obstante, denegó sus peticiones argumentando “falta de personal”, obligándolo a permanecer en un puesto de alto riesgo bajo condiciones que sus allegados calificaron de inseguras.
Testigos presenciales afirmaron que, ante la tardanza de los servicios de emergencia, fueron los propios vecinos quienes bajaron al trabajador herido del poste y lo trasladaron en un vehículo particular hasta el hospital.
Tras el incidente, fue ingresado de urgencia en el hospital Miguel Enríquez, donde actualmente permanece bajo cuidados médicos, mientras su familia agradece a los ciudadanos que, aun en medio de la precariedad, mantienen vivo el espíritu de ayuda mutua.
Redacción de Cubanos por el Mundo