La desesperación empujó a un ciudadano de Matanzas a realizarse una extracción dental por su cuenta, una medida extrema que evidencia el desmoronamiento de la absurda propaganda oficial sobre la supuesta “potencia médica” de la isla.
El protagonista de este suceso es Mayito Rivero, un residente de la localidad de Cárdenas, quien, agobiado por un dolor insoportable, se vio forzado a tomar esta drástica decisión.
Su determinación surgió después de múltiples intentos infructuosos por conseguir asistencia estomatológica, una odisea marcada por la falta de turnos y los constantes cortes de electricidad que paralizan los centros de salud.
Así lo hizo saber el propio Rivero a través de su perfil personal en la red social Facebook, donde su publicación se convirtió en un testimonio viral del abandono que sufre el pueblo cubano.
El posteo no solo narró el hecho, sino que también incluyó imágenes de la pieza dental extraída y de la herramienta que utilizó para el procedimiento.
En su relato, el hombre detalló el improvisado, aunque meticuloso, proceso que siguió para aliviar su dolencia. De hecho, explicó cómo se preparó para la intervención casera.
“Esterilicé esta pinza, le puse papel sanitario y procedí a sacarme la muela, pero todo está bien gracias a Dios”, escribió.
Ante el asombro y la preocupación de muchos internautas, Rivero aclaró que su acción no fue un impulso ciego, sino una medida calculada.
Consecuentemente, reveló que posee 34 años de experiencia como paramédico, un conocimiento que le dio la confianza para proceder, sobre todo porque la pieza “ya estaba casi suelta”.
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Esta justificación, lejos de normalizar el evento, subraya la ironía de que incluso personal con formación médica en la provincia de Matanzas y de toda la isla, debe recurrir a estos métodos.
Este episodio en Matanzas se erige, por tanto, como un crudo símbolo de una población obligada a resolver como sea para cuidar su salud, mientras el régimen castrista insiste en vender al mundo una falacia de excelencia médica.
Redacción de Cubanos por el Mundo