El Grupo Empresarial de Comercio de Las Tunas confirmó lo que muchos temían y es que en septiembre, cada ciudadano recibirá apenas una libra de azúcar como parte de la canasta familiar normada.
El anuncio, realizado este jueves, pone en evidencia el colapso absoluto de la industria azucarera cubana y, con ella, el agravamiento de la crisis alimentaria que azota a la población.
La zafra 2024-2025 cerró con una producción inferior a las 150,000 toneladas métricas, el nivel más bajo en más de cien años. Ni siquiera se alcanzó la mitad de lo producido en la campaña anterior, y mucho menos el plan estatal de 265,000 toneladas.
Las causas son múltiples y conocidas, entre ellas la falta de caña, apagones constantes, escasez de combustible y una infraestructura industrial que se cae a pedazos.
Este desastre ocurre en reiteradas ocasiones, pues en mayo, ya se advertía que la producción no superaría las 200,000 toneladas. Lo que sí sorprende es la indiferencia del régimen ante el sufrimiento cotidiano de los cubanos, que ven cómo se desmorona uno de los sectores que alguna vez fue orgullo nacional.
En diciembre pasado, los tuneros recibieron solo dos libras de arroz y azúcar. Hoy, el racionamiento se endurece aún más, dejando a las familias con cantidades simbólicas que no alcanzan ni para endulzar una semana de café.
Este nuevo recorte refleja la incapacidad del régimen para sostener la producción agrícola e industrial, y también confirma su desconexión total con las necesidades reales del pueblo.
Mientras los dirigentes comunistas repiten consignas vacías, los cubanos enfrentan una mesa cada vez más vacía, marcada por la escasez, la desesperanza y el abandono.
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Redacción Cubanos por el Mundo