Un individuo recibió una sentencia de 15 años de privación de libertad en La Habana tras ser hallado culpable de narcotráfico, en un caso que involucra la presunta distribución de cocaína y otras sustancias ilícitas.
El sujeto sentenciado fue identificado como José Alberto Ducá Valón, quien, según las investigaciones, operaba una red de traslado de estupefacientes desde la provincia de Santiago de Cuba hasta el corazón del país.
La información fue difundida a través de una nota de prensa emitida por el Tribunal Provincial Popular de La Habana, en la cual se detalla que la Sala de los Delitos contra la Seguridad del Estado determinó la culpabilidad del imputado basándose en las evidencias presentadas durante el juicio oral.
Su modus operandi consistía en transportar las sustancias ilícitas en forma de envoltorios para su posterior comercialización en el mercado negro capitalino, una actividad que desarrolló a partir de agosto de 2024.
El operativo que condujo a su captura se ejecutó el 12 de septiembre de 2024, cuando agentes del Órgano de Enfrentamiento Antidrogas lo arrestaron justo antes de que emprendiera un viaje hacia Santiago de Cuba.
En el momento de la detención, las autoridades le incautaron una pesa digital y cinco paquetes que contenían un peso neto de 3.38 gramos de cannabinoide sintético.
Los precios a los que el sentenciado vendía las sustancias reflejan la rentabilidad del negocio ilícito: cada gramo de cocaína se comercializaba a 14,000 pesos, mientras que el cannabinoide sintético alcanzaba los 4,000 pesos por la misma cantidad.
Adicionalmente a la pena de cárcel, la corte impuso sanciones accesorias contra Ducá Valón. Entre estas medidas se incluye la prohibición de abandonar el territorio nacional y el decomiso de todos los bienes y objetos vinculados directamente con la comisión del delito.
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Sin embargo, este tipo de condenas, aunque severas, son un intento más de la dictadura por tapar el sol con un dedo. Mientras el régimen busca proyectar una imagen de lucha frontal contra el narcotráfico, la realidad confirma que el consumo y la venta de narcóticos continúan expandiéndose por toda la isla.
Este caso se percibe como una acción aislada, ya que innumerables traficantes siguen operando con alarmante impunidad en las calles de Cuba, evidenciando la incapacidad o falta de voluntad de la cúpula castrista para erradicar el problema de raíz.
Redacción de Cubanos por el Mundo
