Tres bloques generadores de la Central Termoeléctrica Antonio Maceo (Renté), en Santiago de Cuba, se encuentran fuera de servicio, intensificando la crisis energética que golpea a la Isla.
El apagón coincide con las fuertes lluvias que azotaron el oriente cubano este fin de semana, dejando a miles de ciudadanos en penumbras y con escasa información oficial.
La Unión Eléctrica (UNE) confirmó que la unidad 3 se desconectó del Sistema Eléctrico Nacional (SEN) por “bajo vacío” este domingo. Apenas minutos después, a las 16:14 horas, la unidad 5 también colapsó, sin que se precisara la causa ni el tiempo estimado de recuperación. Ambas se suman a la unidad 6, que ya estaba fuera de operación.
Este nuevo caso, contradice las promesas del puesto a dedo de Cuba, Miguel Díaz-Canel, quien había asegurado que Renté alcanzaría una “estabilidad sostenida” antes de fin de año.
La realidad, sin embargo, muestra un sistema eléctrico en ruinas, afectado por la obsolescencia tecnológica, la falta de mantenimiento y la escasez de combustible.
La UNE reportó una afectación máxima de 1.894 megavatios a las 20:50 horas del domingo, superando lo previsto. A esto se suman otras termoeléctricas fuera de servicio que son: Felton, Nuevitas, Santa Cruz y Céspedes, además de 57 centrales de generación distribuida paralizadas por falta de lubricante.
Con una disponibilidad de apenas 1.630 MW frente a una demanda de 2.913 MW en la mañana del lunes, y un déficit proyectado de 1.790 MW para el horario pico, injustamente los apagones se han vuelto parte del paisaje cotidiano.
Mientras tanto, los cubanos enfrentan no solo la oscuridad, sino también inundaciones, daños materiales y una creciente desesperanza ante un sistema comunista que es incapaz de garantizar los servicios básicos.
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Redacción Cubanos por el Mundo