Una serie de graves denuncias por maltrato, abandono y condiciones insalubres sacuden al Hospital Pediátrico de Camagüey, algo que, tristemente, ya es recurrente.
Pacientes y familiares exponen que las carencias extremas y la conducta del personal médico ponen en grave peligro la salud de los niños internados.
El hecho más reciente fue reportado por el periodista independiente José Luis Tan Estrada a través de una publicación en su perfil de Facebook. Dicha comunicación recopila múltiples testimonios que pintan un panorama crítico dentro de la institución de salud.
El contexto de la crisis es desolador, abarcando desde una alimentación precaria hasta la falta de insumos básicos. Según los testimonios, a los padres solo les sirven arroz con mermelada y calabaza, mientras que a los menores les proporcionan huevo hervido o mortadela cruda.
Además, la situación se agrava por la escasez de fármacos, como relató una madre: “No hay medicamentos para los asmáticos, tuve que comprar la prednisona en la calle; el que no pueda, no sé qué será de su hijo”.
A esta problemática material se suma el comportamiento abusivo atribuido a la jefa de enfermeras de la sala, identificada como Micarla Cárdenas. Las denuncias la describen como una persona déspota que se dirige a las pacientes con insultos como “puercas”, además de gritar a los familiares e incluso maltratar a su propio equipo de trabajo.
En ese sentido, un incidente particular detalla que la mujer obligó a una de sus subalternas a vaciar su bolso bajo la acusación de haber robado un termómetro.
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Las consecuencias de esta negligencia ya son evidentes en el estado de salud de los pacientes de este hospital de Camagüey. La aplicación de tratamientos sufre demoras de más de 48 horas, una situación que esta misma semana provocó el traslado de varios niños a terapia intermedia.
Asimismo, se reportó el suministro de leche o papilla de arroz a menores con intolerancia a la lactosa, ignorando sus dietas especiales y poniendo en riesgo su recuperación.
Mientras situaciones como estas se presentan a menudo y el cubano de a pie es el que sufre, el régimen castrista se sigue burlando descaradamente del pueblo al pregonar su mal llamada “potencia médica”.
Redacción de Cubanos por el Mundo
