La maquinaria represiva del régimen cubano secuestró nuevamente al opositor Virgilio Mantilla sin haber cometido un solo delito.
Tras su secuestro por la Seguridad del Estado en Camagüey, se confirmó su inminente traslado a una prisión de máxima seguridad, consolidando así un nuevo acto de hostigamiento contra la disidencia por el simple hecho de exponer la verdad.
La confirmación del traslado y la fabricación de cargos fue denunciada por la activista Anamely Ramos. Así lo hizo saber tras días de incertidumbre, durante los cuales la familia de Mantilla desconocía su paradero luego de ser capturado arbitrariamente en la localidad de Céspedes.
El “delito” que motiva esta nueva arremetida fue la valiente exposición de la miseria que impera en su comunidad. A través de un video difundido en redes sociales, Virgilio Mantilla mostró su propia vivienda anegada por aguas albañales y denunció públicamente la negligencia estatal, un acto de honestidad que la dictadura castiga con la cárcel.
En su publicación, el opositor fue categórico al señalar al verdadero culpable de la debacle: el “legado” del dictador mayor, Fidel Castro.
Actualmente, el opositor permanece recluido en Villa María Luisa, uno de los centros de tortura de la Seguridad del Estado. Desde allí será conducido este 21 de octubre a la prisión de Cerámica Roja.
En este contexto, Ramos responsabilizó directamente a cabecillas locales del Partido Comunista y de los órganos represivos, como Walter Simón Noris, por la integridad física del activista.
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La trayectoria de Virgilio Mantilla Arango está marcada por décadas de resistencia pacífica. Como fundador de la Unidad Camagüeyana de Derechos Humanos y miembro de diversas coaliciones opositoras, su voz ha sido una constante denuncia contra los abusos del castrismo, lo que le ha costado múltiples encarcelamientos a lo largo de los años.
La comunidad exige su liberación inmediata, alertando sobre el peligro que corre en uno de los penales más severos de la región.
Redacción de Cubanos por el Mundo