Una grave crisis sanitaria se ha desatado en la prisión de mujeres “La Bellotex”, en Matanzas, donde un brote de arbovirus amenaza la vida de las reclusas en medio de una alarmante negligencia por parte de las autoridades del régimen cubano.
Entre las prisioneras en riesgo se encuentran destacadas activistas como Sissi Abascal y Saylí Navarro, ambas encarceladas por su participación en las históricas protestas del 11 de julio de 2021.
La salud de estas presas políticas, privadas de libertad por ejercer sus derechos, pende de un hilo debido a la falta de atención médica y a las deplorables condiciones higiénicas del penal.
La denuncia fue hecha pública por la Dama de Blanco Annia Zamora, madre de Sissi Abascal, quien en declaraciones a Radio Martí alertó sobre la propagación de la enfermedad.
“En la prisión hay enfermedades, ya está allí el virus, e igual que aquí, en la calle, no se sabe realmente qué es lo que te da, porque todos los síntomas no son iguales”, dijo al medio citado.
Esta desatención médica no es un caso aislado, sino una cruel saña que se extiende por todo el sistema penitenciario de la isla. Un claro ejemplo es la situación del prisionero político Félix Navarro, padre de Saylí, quien permanece confinado en la supuesta enfermería de la prisión de Agüica, también en Matanzas.
Zamora lo describe como un hombre actualmente “muy delgado, con todos sus problemas de salud”, recluido en una celda que de centro médico solo tiene el nombre.
La vulnerabilidad de los reos se agrava por una desnutrición deliberada, un factor que debilita sus defensas y los hace presa fácil de cualquier virus.
“Sabemos que la alimentación allí es muy mala, extremadamente mala. Lo poco que le dan a veces ni se lo pueden comer, no tiene ningún valor de nutrición”, sentenció Zamora.
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Trascendió que, en el caso de Saylí Navarro, promotora de Cuba Decide de 38 años, ya superó un cuadro viral compatible con el dengue, mientras que sobre Sissi Abascal, de 28 años, pesa la constante amenaza del contagio.
La salud de ambas, así como la de todos los presos políticos, es utilizada por la dictadura como una herramienta de tortura y amedrentamiento en su intento por sofocar cualquier anhelo de libertad en Cuba.
Redacción de Cubanos por el Mundo