En un claro distanciamiento de la tradición izquierdista que dominó la política en Bolivia durante dos décadas, el presidente electo Rodrigo Paz anunció que no extenderá invitaciones a los dictadores de Cuba, Venezuela ni Nicaragua para su ceremonia de asunción el próximo 8 de noviembre.
Esta medida, revelada en una entrevista con la cadena CNN, subraya el compromiso de Paz con una agenda centrada en la democracia y la reintegración internacional de Bolivia, alejándose de las alianzas ideológicas forjadas bajo los gobiernos de Evo Morales y Luis Arce.
Rodrigo Paz, senador centrista del Partido Demócrata Cristiano (PDC) que triunfó en la segunda vuelta electoral del 19 de octubre con el 54,5% de los votos frente al 45,5% de su rival conservador Jorge “Tuto” Quiroga, justificó la decisión argumentando que estos regímenes “no son democráticos”.
“Nosotros somos un país democrático. Si bien hay relaciones diplomáticas a ser respetadas, porque hay condiciones previas, nuestra condición de relación es sobre la base de la democracia”, explicó el mandatario electo, de 58 años, quien también enfatizó: “No quisiera que mi país fuera ninguno de esos tres”.
El anuncio llega apenas días después de su victoria, que pone fin a casi 20 años de hegemonía del Movimiento al Socialismo (MAS), marcado por estrechos lazos con el “bloque antiimperialista” conocido como ALBA, donde Bolivia compartía foros políticos, económicos y sociales con La Habana, Caracas y Managua.
Bajo Morales (2006-2019) y Arce (2020-2025), estos vínculos incluyeron cooperación en salud, educación y energía, pero también tensiones con potencias occidentales, como la ruptura diplomática con Estados Unidos en 2008.
Paz, hijo del expresidente Jaime Paz Zamora (1989-1993), ha prometido revertir ese aislamiento, priorizando acuerdos con Washington, Brasil, Argentina, Uruguay y Paraguay para resolver crisis inmediatas como el desabastecimiento de combustibles.
La ceremonia de investidura, confirmada para La Paz, en lugar de la capital constitucional Sucre, busca proyectar una Bolivia “moderna y democrática” ante la comunidad global, según legisladores del PDC. Se espera la presencia de líderes de América Latina y otros continentes para “recuperar el peso diplomático” del país, con énfasis en la unidad interna y la reconciliación tras años de polarización.
Entre los gestos simbólicos, Paz conversó telefónicamente con la líder opositora venezolana María Corina Machado, invitándola personalmente y expresando su apoyo a la “lucha por recuperar la democracia” en esa nación, lo que refuerza su postura crítica hacia el régimen de Nicolás Maduro.
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Redacción Cubanos por el Mundo