En una maniobra que acelera la confrontación militar en la región, el Pentágono ordenó el despliegue del USS Gerald R. Ford, el portaaviones más avanzado y grande del mundo, al mar Caribe para integrarse a la operación antidrogas del Comando Sur de Estados Unidos.
Esta decisión, anunciada este viernes por el gobierno de EE. UU., se produce en un contexto de crecientes roces con el régimen de Nicolás Maduro en Venezuela, a quien Washington acusa de facilitar el narcotráfico y de albergar organizaciones criminales transnacionales.
El movimiento de este portaaviones representa la mayor acumulación de fuerzas estadounidenses en el Caribe, elevando el riesgo de un enfrentamiento directo en aguas disputadas.
El USS Gerald R. Ford, de propulsión nuclear y capaz de transportar hasta 90 aeronaves incluyendo cazas F-35C y helicópteros de ataque, partió de su despliegue en el Mediterráneo, donde operaba junto a destructores como el USS Winston S. Churchill y el USS Bainbridgm, para unirse a un contingente que ya incluye ocho buques de guerra, un submarino nuclear, miles de marines y aviones de patrulla P-8 desde bases en Puerto Rico.
El portavoz del Pentágono, Sean Parnell, justificó la acción en un comunicado oficial, apuntando que estos movimientos buscan contrarrestar el narcoterrorismo en defensa de la Seguridad Nacional de Estados Unidos.
“El Secretario de Guerra ha enviado al Grupo de Ataque de Portaaviones Gerald R. Ford y al ala aérea embarcada del portaaviones al área de responsabilidad (AOR) del Comando Sur de los Estados Unidos (USSOUTHCOM).”, precisó.
Parnell enfatizó que el grupo de ataque del Ford, con más de 5 mil efectivos, apoya la directiva presidencial de “desmantelar las organizaciones criminales transnacionales” vinculadas al régimen venezolano.
“La mayor presencia de fuerzas estadounidenses en el área de responsabilidad del Comando Sur de los Estados Unidos reforzará la capacidad de Estados Unidos para detectar, monitorear y desmantelar actores y actividades ilícitas que comprometen la seguridad y la prosperidad del territorio estadounidense y nuestra seguridad en el hemisferio occidental. Estas fuerzas fortalecerán y ampliarán las capacidades existentes para desmantelar el narcotráfico y reducir y desmantelar las organizaciones transnacionales”, agregó.
Por su parte, el Secretario de Guerra, Pete Hegseth, en un post en X, vinculó el envío a la reciente destrucción de una narcolancha en el Caribe, operada presuntamente por el Tren de Aragua, designado como organización terrorista por Washington, que dejó seis muertos.
“Estos ataques continuarán, día tras día. No son simplemente corredores de drogas: son narco-terroristas que traen muerte y destrucción a nuestras ciudades”, declaró el secretario, elevando el saldo de víctimas en 10 operaciones similares desde septiembre a 43, muchas de ellas venezolanas, según fuentes del Pentágono.
El despliegue de este portaaviones sigue a un sobrevuelo de bombarderos B-1B cerca de las costas venezolanas el jueves, precedido por misiones de B-52 la semana pasada.
LEE TAMBIÉN: Bombarderos estadounidenses B-1B sobrevolaron el Caribe cerca de las costas de Venezuela
Redacción Cubanos por el Mundo
