Una cubana denuncio que su abuelo fue estafado y le quitaron su casa injustamente.
El anciano de 92 años y su nieta enfrentan una compleja batalla legal tras denunciar el despojo de su vivienda familiar mediante un poder notarial que califican como fraudulento, en un caso que involucra a múltiples instituciones estatales del municipio de Bauta, en la provincia de Artemisa.
Según relata Yenisey González, nieta del nonagenario, todo comenzó cuando ella salió temporalmente del país con su hija hace ocho meses. Al regresar, se encontró con que personas que habían cuidado la propiedad afirmaban haberla “comprado”, presentando documentos que revocaban un poder notarial anterior que favorecía a la familia.
“¿Ustedes creen que yo voy a hacer un poder tan grosero como este para entregarle mi casa a nadie?”, cuestiona el anciano en declaraciones recogidas en la denuncia.
El caso, documentado extensamente en redes sociales por la familia, señala directamente a la Notaría de Bauta y específicamente a la notaria Arais Hernández Loyola, quien habría autorizado el nuevo poder que facultaba a terceros para “comprar, permutar, vender, acordar precios y recibir pagos” de la propiedad, llegando incluso a establecer que el anciano “regalaba” su vivienda.
La familia sostiene que el anciano nunca firmó o consintió este documento, y cuestiona que el acto notarial no exigiera dictamen médico ni testigos que acreditaran la capacidad del otorgante, considerando su edad avanzada y sus condiciones sensoriales, baja visión y audición.
Las gestiones para revertir la situación se han topado con lo que la familia describe como una “deriva de plazos” por parte de las instituciones. A pesar de haber presentado denuncias formales por falsificación de documentos públicos y robo ante la Fiscalía Municipal de Bauta, y de haber contactado con instancias como el PCC municipal y provincial, la Dirección Provincial de Justicia de Artemisa e incluso los ministerios de Justicia y de la Vivienda, los denunciantes aseguran no haber obtenido soluciones concretas.
La situación revela fallas en el sistema notarial cubano, particularmente en lo referente a la protección de adultos mayores. Los familiares denuncian que la revocación del poder a favor de la nieta no se registró oportunamente en el sistema notarial, lo que “ocultó” el acto y permitió que el nuevo apoderado avanzara trámites en Vivienda, Planificación Física y bufetes colectivos.
La familia exige la anulación del poder impugnado, el restablecimiento de la titularidad y protección frente a nuevos intentos de despojo, mientras el reloj corre en contra del anciano, cuya vulnerabilidad aumenta con cada día de dilaciones burocráticas.
“Este abuelo merece justicia”, concluye el escrito de denuncia que continúa circulando en plataformas digitales.
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Redacción Cubanos por el Mundo
