A partir de la madrugada de este domingo 2 de noviembre, tanto Cuba como Miami ajustarán sus relojes para dar inicio al horario normal (o de invierno), una medida que alterará la percepción del día al provocar que el atardecer llegue más temprano.
Concretamente, justo a la medianoche del sábado, los ciudadanos deberán retrasar sus relojes una hora, de forma que las 12:00 a.m. del domingo pasarán a ser las 11:00 p.m. del sábado 1 de noviembre, extendiendo así la duración de esa jornada.
El propósito fundamental de esta modificación estacional es optimizar el aprovechamiento de la luz solar durante las primeras horas de la mañana, ya que se busca reducir la dependencia de la iluminación artificial en hogares, centros de trabajo e instituciones públicas.
Por esta razón, las autoridades recomendaron ajustar manualmente sus relojes antes de ir a dormir el sábado, pues es crucial verificar aquellos dispositivos como electrodomésticos o sistemas de control que no se actualizan de forma automática para así evitar posibles confusiones en la jornada dominical.
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Aunque la dictadura utilice este cambio de horario para tratar de “tapar el sol con un dedo”, para nadie es un secreto que, en cualquier momento de la jornada, la ineficiencia del régimen siempre estará presente, y con ello vienen los interminables apagones a lo largo y ancho de la mayor de las Antillas.
Por otro lado, es importante recordar que el horario de verano comenzó en Cuba el pasado mes de marzo, y en ese caso, se adelantan los relojes una hora, cuya intención es buscar “un mayor aprovechamiento” de la luz solar en un momento dado del año.
Dicho esto, se insta a la comunidad de Cuba y Miami a tomar sus previsiones de cara a este cambio.
Redacción de Cubanos por el Mundo
