Una vivienda sin techo en Contramaestre, Santiago de Cuba, es el símbolo del abandono que sufren los damnificados por el huracán Melissa, ya que la propietaria, Anabel Aldana, sigue esperando una ayuda estatal que nunca llegó, obligando a su familia a denunciar públicamente la inacción del régimen.
La voz de esta denuncia es la de su hijo, Elieser Cabrera, quien desde La Habana expuso la situación para evidenciar la nula respuesta de las autoridades, pues su madre, residente en la localidad de Cruces de Lajas, no ha recibido ni un solo recurso para la reconstrucción.
De hecho, este caso no es una excepción, sino la norma en la devastada zona oriental de Cuba, donde miles de familias enfrentan un panorama desolador mientras la tiranía las ignora, demostrando que la prioridad no es la gente, sino el mantenimiento de su propaganda.
La situación llevó a Cabrera a cuestionar directamente la figura del puesto a dedo, Miguel Díaz-Canel, y el discurso oficial sobre los Derechos Humanos, preguntando cómo puede hablarse de ellos “cuando los ciudadanos no somos respaldados”, una declaración que refleja el sentir de todo un pueblo desamparado.
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Por consiguiente, la única alternativa real es la solidaridad del pueblo, motivo por el cual se ha difundido el número de teléfono 59398102 para canalizar ayuda directa a esta familia, eludiendo así la negligencia que define al castrismo.
Santiago de Cuba fue una de las provincias más azotadas por el huracán Melissa, y a varios después del paso del fenómeno, sus habitantes siguen padeciendo un infierno en carne propia, como suele suceder cuando la naturaleza golpea al país, y todo por culpa de unas autoridades que no se preocupan en lo más mínimo por los habitantes.
Redacción de Cubanos por el Mundo
