La proliferación descontrolada del caracol gigante africano en el municipio de Jaruco, en Mayabeque, motivó la emisión de una alerta oficial por parte de las autoridades, puesto que esta especie invasora constituye una doble amenaza tanto para la agricultura local como para la salud de la población.
La información fue proporcionada por Yaileny Quintana, especialista principal del Grupo Territorial de Política de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (CITMA), durante una intervención para el medio de comunicación local Radio Jaruco.

Este molusco, científicamente conocido como Lissachatina fulica, está catalogado entre las especies exóticas más dañinas del planeta, ya que su voracidad causa estragos en cultivos y ecosistemas, mientras que su presencia en esta localidad cubana se reportó por primera vez en junio del año 2019.
Más allá del perjuicio ecológico, el principal riesgo para los seres humanos radica en que este caracol puede ser portador del parásito Angiostrongylus cantonensis, un gusano capaz de provocar graves infecciones que comprometen seriamente el sistema nervioso central de las personas.
Por esta razón, las autoridades de Mayabeque exhortaron a los ciudadanos a extremar las precauciones, solicitando que reporten cualquier avistamiento del animal sin manipularlo directamente, además de reforzar la limpieza de patios para eliminar sus posibles refugios y sumarse a las campañas organizadas para su recolección y control.
Según la especialista, la infestación se concentra con mayor intensidad en las inmediaciones de la escuela primaria Raúl Hernández y el Policlínico Docente Integral Noelio Capote, por lo cual se reiteró el llamado a los vecinos para que colaboren activamente con los centros de higiene y epidemiología ante la detección de cualquier foco.
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Sin embargo, la propia funcionaria reconoció las enormes dificultades para controlar la plaga, pues admitió que la falta de recursos y la precaria coordinación institucional complican enormemente la erradicación, un desafío que se extiende por toda la isla, donde provincias como Camagüey ya consideran al molusco un problema endémico.
Redacción de Cubanos por el Mundo