Cuatro individuos permanecen en la unidad de cuidados intensivos del hospital Gustavo Aldereguía Lima en Cienfuegos, como consecuencia del grave siniestro vial ocurrido la madrugada del viernes.
Del total de lesionados que ingresaron al centro médico, la mayoría ya recibió el alta al no presentar complicaciones que pusieran en riesgo sus vidas.
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La información fue difundida por el medio oficialista Canal Caribe, el cual también confirmó la identidad de las dos víctimas mortales. Se trata de Mikenia Valenciana Godínez, de 36 años, y Dainé Rodríguez Hernández, de 22 años, ambas originarias de la región oriental de la isla.
Como se recordará, el suceso tuvo lugar en las cercanías de la Autopista Nacional, cuando el conductor de un autobús Yutong perdió el control del vehículo pasadas las 2:00 de la madrugada. Dicha unidad de transporte cubría el trayecto entre las ciudades de Guantánamo y La Habana en el momento del siniestro.
De manera más específica, dos de los hospitalizados se encuentran en estado crítico y requieren ventilación asistida, mientras que los otros dos pacientes en la unidad intensiva son catalogados como graves.
Los diagnósticos de estos últimos incluyen fracturas de cadera y una hemorragia subaracnoidea postraumática, condiciones que exigen supervisión constante.
Inmediatamente después del incidente, las autoridades de Cienfuegos activaron los protocolos de emergencia correspondientes. Los afectados fueron trasladados a diversas instituciones hospitalarias de la provincia, aunque el hospital principal concentró la atención de los casos más complejos.
Finalmente, un total de 13 pasajeros ya se encuentran en sus hogares para su recuperación total, luego de que el personal de salud determinara que estaban fuera de peligro.
Este tráfico hecho se suma a la interminable lista de accidentes de tránsito en el país, una problemática que no deja de atormentar (aún más) a un pueblo ya golpeado.
Mientras casos como estos ocurren a menudo, el régimen no hace más que fingir preocupación y, peor aún, aprovecharse para seguir vendiendo la mentira de su “potencia médica”, mencionando “eficacia y rapidez” cuando, en la gran mayoría de los incidentes, las evidencias sugieren todo lo contrario.
Redacción de Cubanos por el Mundo
