La integridad física de los estudiantes de una escuela primaria en Camagüey pende de un hilo debido al estado ruinoso de la infraestructura del plantel, donde las aulas se han convertido en trampas mortales, puesto que el riesgo de un colapso es constante y la inacción de las autoridades castristas agrava la situación día tras día.
Esta grave denuncia fue amplificada por el comunicador Niover Licea a través de su perfil de Facebook “Nio reportando un crimen”, compartiendo además imágenes que evidencian lo que está ocurriendo con dicha institución.
La situación alcanzó un punto crítico recientemente, cuando parte de la mampostería del techo de un salón se desprendió e hirió a una alumna de segundo grado, un incidente que forzó la evacuación de emergencia de varios espacios, entre ellos, el aula del hijo de la mujer que valientemente expuso esta atrocidad ante la opinión pública.
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Actualmente, más de seis salones de esta institución de Camagüey son inutilizables, ya que presentan un panorama desolador con techos agrietados, filtraciones y vigas a la vista, sin embargo, la única respuesta que la dirección del centro y las autoridades de Educación han ofrecido a la comunidad es la cínica y recurrente excusa de que “no hay recursos” ni presupuesto para acometer las reparaciones.
Ante este abandono absoluto, los propios padres se han visto obligados a organizar colectas para adquirir materiales tan básicos como tres sacos de cemento, asumiendo con sus limitados medios una responsabilidad que el régimen no solo decide ignorar de forma deliberada, sino que desprecia activamente, dejando en evidencia que el derrumbe de esta escuela en Camagüey es tan solo un símbolo del colapso moral y estructural de una dictadura que ha renunciado a proteger lo más fundamental: su propia infancia.
Redacción de Cubanos por el Mundo