Un derrumbe parcial ocurrido en la madrugada de este domingo en el municipio de La Habana Vieja cobró la vida de dos personas, esto refleja la crítica situación habitacional que afecta a la capital cubana.
Los fallecidos fueron identificados como Carlos Fidel Sánchez Díaz, de 38 años, y su madre, Sara Paula Díaz, de 64, quienes residían en el inmueble ubicado en la calle Compostela entre Muralla y Sol, en el consejo popular Belén. El colapso se registró cerca de las 2:15 a.m., cuando el segundo piso de la vivienda cedió.
La información fue publicada en las redes sociales, y la prensa independiente recogió testimonios de vecinos, quienes señalaron que la edificación presentaba un evidente deterioro estructural desde hace un tiempo. El desplome se produjo específicamente en la zona trasera del inmueble, donde residían varias familias, entre ellas una mujer con cuatro niños y dos ancianos.

Al lugar acudieron equipos de rescate, agentes de la Policía y personal del Ministerio de Salud Pública para realizar las labores de recuperación y atención.
Esta tragedia se enmarca dentro de una problemática creciente en La Habana, donde el mal estado de las viviendas, la escasez de materiales de construcción y la falta de mantenimiento han generado un panorama de riesgo constante para los habitantes.
Según datos de la dictadura, en la capital colapsan anualmente alrededor de 1,000 edificaciones, con saldos que incluyen víctimas mortales y heridos. Incidentes recientes, como los derrumbes en la calle Sol a finales de septiembre y en Industria y San Rafael el pasado 16 de septiembre, confirman un patrón de abandono que se repite en toda la ciudad.
La crisis de vivienda obliga a muchas familias a permanecer en inmuebles en condiciones precarias, sin alternativas de reubicación. Mientras el régimen prioriza proyectos turísticos y hoteleros, la vida de los cubanos sigue expuesta al peligro.
Testimonios coinciden en que tragedias como la de la calle Compostela podrían evitarse con políticas efectivas de inspección, mantenimiento y renovación de viviendas. Sin embargo, la lentitud dictatorial y la falta de respuestas efectivas dejan a miles de habaneros en situación de vulnerabilidad, dependiendo de la solidaridad comunitaria ante la insuficiente ayuda del régimen cubano.
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Redacción Cubanos por el Mundo