El régimen cubano afianzó una vez más su carácter represivo al negarle la libertad condicional a la presa política Saylí Navarro, en un acto que deliberadamente ignora sus propias leyes para prolongar el castigo contra una de las voces de la disidencia.
La información fue difundida por su madre, Sonia Álvarez Campillo, quien en una conversación con Martí Noticias expuso los detalles de esta nueva arbitrariedad del sistema, ya que la negativa se comunicó justo cuando su hija alcanzó la mitad de la condena, el plazo exacto que la legislación cubana estipula para poder optar por dicho beneficio.
El pretexto esgrimido por la dirección del penal de mujeres La Bellotex, encabezado por Martha Cristina Hernández Bacallao, deja al descubierto la naturaleza política del encarcelamiento, puesto que la jefa de la prisión le comunicó a Saylí Navarro que no califica para la libertad condicional porque se niega a participar en las actividades de adoctrinamiento político que se imponen dentro de la cárcel.
En la práctica, este tipo de decisiones forman parte de una maquinaria de represión mucho más amplia y, la cual incluye negar cambios de régimen penitenciario o trasladar a los reos a centros lejanos para dificultar el contacto con sus familiares, pulverizando así cualquier esperanza o alivio de la pena.
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Como se recordará, Saylí Navarro, de 39 años de edad, cumple una condena de ocho años de privación de libertad, una sentencia impuesta únicamente por su valiente participación en las masivas protestas del 11 de julio de 2021 que sacudieron la localidad de Perico, en Matanzas.
Como ella, su padre, Félix Navarro, también permanece secuestrado por la dictadura en condiciones de salud alarmantes, también por haber participado en aquellas manifestaciones.
Redacción de Cubanos por el Mundo
