Una ola de cancelaciones de vuelos internacionales hacia Venezuela se intensificó esta semana, dejando al país caribeño prácticamente aislado del cielo europeo y con una severa merma en su conectividad suramericana.
La medida, adoptada por una decena de aerolíneas, se produce en respuesta a una alerta de seguridad emitida por la Administración Federal de Aviación de Estados Unidos (FAA), en el contexto de las crecientes tensiones militares en el Caribe.

La española Estelar Latinoamérica anunció la suspensión de su ruta Caracas-Madrid entre el 24 y el 28 de noviembre, argumentando “razones operativas de su proveedor aéreo Iberojet”. Pero, la decisión se enmarca en un patrón general de precaución.
Otras compañías ibéricas como Air Europa y Plus Ultra también suspendieron sus operaciones con la capital venezolana, sumándose a Iberia, que había cancelado sus vuelos desde el pasado sábado.

La lista de suspendidos es extensa y de peso internacional. Según confirmó CNN en español, se han unido a estas medidas la portuguesa TAP Air Portugal, la brasileña Gol Linhas Aéreas y la colombiana Avianca. La presidenta de la Asociación de Líneas Aéreas en Venezuela (ALAV), Marisela de Loaiza, confirmó además que Turkish Airlines, una de las diez aerolíneas más grandes del mundo, canceló sus vuelos a Caracas en las mismas fechas.
La mayor aerolínea de Latinoamérica, Latam Airlines, emitió un comunicado confirmando la cancelación de sus vuelos entre Bogotá y Caracas para el 23 y 24 de noviembre. “La prioridad es la seguridad de nuestros pasajeros y tripulaciones”, declaró la empresa, añadiendo que monitorea la situación para tomar futuras decisiones.
En medio del colapso conectivo, algunas compañías continúan operando, aunque con interrupciones. Rutaca, Venezolana de Aviación, Laser Airlines, Avior y Wingo mantienen activas varias de sus rutas nacionales e internacionales.
Laser y Estelar aclararon que sus cancelaciones hacia Madrid responden exclusivamente a la situación con Iberojet, pero que el resto de sus destinos permanecen operativos.
Esta crisis aérea, ocurre en medio de una escalada de tensiones entre Estados Unidos y Venezuela. La administración Trump desplegó en el Caribe una fuerza naval reforzada, con más de una docena de buques de guerra y 15,000 soldados, como parte de la “Operación Lanza del Sur”, destinada oficialmente a perseguir redes de narcotráfico.
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Redacción Cubanos por el Mundo