Un tiroteo registrado esta tarde cerca de la Casa Blanca dejó a dos miembros de la Guardia Nacional de Estados Unidos en condición crítica, en un incidente que las autoridades describen como un ataque dirigido contra personal militar.
El suceso ocurrió alrededor de las 2:15 p.m. hora del Este, en la entrada de la estación de metro Farragut West, ubicada en la intersección de las calles 17th Street NW e I Street NW, a pocas cuadras de la residencia presidencial.
Los afectados, identificados como miembros de la Guardia Nacional que realizaban labores de patrullaje rutinarias, intercambiaron disparos con el presunto agresor antes de ser alcanzados por las balas.
Inicialmente, el gobernador de Virginia Occidental, Patrick Morrisey, informó en redes sociales que ambos habían fallecido en el cumplimiento de su deber, pero posteriormente retractó la declaración al recibir informes contradictorios, confirmando que se encuentran vivos pero en estado crítico y recibiendo atención en centros de trauma.
Por su parte, el director del FBI, Kash Patel, corroboró esta actualización y anunció que el atacante enfrentará cargos por agresión a un oficial federal.
El sospechoso, descrito como un hombre solitario que surgió de una esquina y abrió fuego directamente contra los guardias, resultó herido de gravedad durante el intercambio, posiblemente por disparos de las fuerzas del orden. Fue detenido en el lugar y trasladado en camilla, con heridas que no representan amenaza para su vida, según fuentes policiales.
El jefe de la Policía Metropolitana de Washington, Jeffrey Carroll, detalló que el individuo portaba un arma de fuego y que no se reportan otras víctimas más allá de los tres involucrados en el enfrentamiento. Hasta el momento, no se ha establecido un motivo claro para el ataque, aunque la alcaldesa de Washington, Muriel Bowser, lo calificó como un “tiroteo dirigido”.
El incidente se enmarca en el contexto de un amplio despliegue de la Guardia Nacional en la capital federal, ordenado por el presidente Donald Trump en agosto pasado como parte de una ofensiva contra la criminalidad urbana.
Más de 2.000 efectivos, procedentes de varios estados incluyendo Virginia Occidental, patrullan estaciones de metro, zonas turísticas y el National Mall.
Desde Mar-a-Lago en Florida, donde se encuentra de visita, Trump reaccionó en redes sociales llamando al agresor un “animal” que “pagará un precio muy alto” y solicitó bendiciones para la Guardia Nacional y las fuerzas de seguridad.
Entretanto, el secretario de Defensa, Pete Hegseth, tildó el acto de “cobarde y vil” y ordenó el envío de 500 tropas adicionales a Washington para reforzar la presencia militar y garantizar la seguridad de la ciudad.
La zona fue acordonada de inmediato, con decenas de vehículos de emergencia en el sitio y testigos que reportaron entre dos y cinco disparos iniciales seguidos de una ráfaga.
La investigación continúa a cargo del FBI y la Policía del Parque de Estados Unidos, con énfasis en esclarecer las circunstancias del suceso.
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Redacción Cubanos por el Mundo
