Un grupo de cubanos en el exilio se congregó frente a la Embajada y el Consulado de Cuba en Madrid, en una protesta convocada para denunciar la represión en la isla y reclamar la libertad del preso político Yosvany Rosell García Caso, quien se encuentra en huelga de hambre desde hace 35 días.
La manifestación, organizada por la plataforma activista Avanna Libre, tuvo como objetivo visibilizar la crítica situación que vive el activista, cuya salud, según relatos de su familia, se ha deteriorado gravemente presentando síntomas de deshidratación y daño renal.
Los manifestantes señalaron que Rosell García, condenado tras las históricas protestas del 11 de julio de 2021 (11J), está utilizando su cuerpo como “la única carta” que le queda para denunciar “el horror de las cárceles del régimen”.
Durante la concentración, los participantes desplegaron pancartas con consignas como “Libertad para los presos del 11J” y “Fuera la dictadura de Cuba”. Además, utilizaron como símbolo de la protesta una bandera de Cuba “por dentro”, una representación que, según los organizadores, busca mostrar “la otra cara de la isla que el régimen intenta ocultar al mundo”.
En un comunicado difundido durante la acción, los activistas acusaron a la sede diplomática de ser “cómplice de un país colapsado por la pandemia, las epidemias, el hambre y la represión”, y afirmaron que representa “a la tiranía, no al pueblo de Cuba”.
La protesta incluyó la colocación de pegatinas en los accesos del edificio diplomático, una acción con la que denunciaron presuntas violaciones de leyes europeas de protección de datos y espionaje político que, aseguran, se coordinan desde las misiones cubanas en Europa. Los convocantes afirmaron que estas sedes funcionan como “centros de control político y represión extraterritorial”, exportando lo que calificaron como “terrorismo de Estado disfrazado de diplomacia”.
La activista Avana de la Torre, una de las principales protagonistas del acto, declaró a través de las redes sociales, donde se compartieron imágenes de la protesta, que cada foto y cada segundo de video grabado constituyen “una denuncia directa” a esa embajada.
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Redacción Cubanos por el Mundo
