Sarah Beckstrom, una soldado de 20 años de la Guardia Nacional de West Virginia, falleció el jueves como consecuencia de las heridas sufridas en un tiroteo ocurrido el miércoles cerca de la Casa Blanca.
El incidente, descrito por autoridades federales como un posible acto de terrorismo, dejó a otro miembro de la Guardia en estado crítico y ha intensificado las medidas de seguridad en la capital del país.
Beckstrom, quien realizaba una patrulla de alta visibilidad como parte de una operación de despliegue temporal en Washington, fue alcanzada por disparos junto a su compañero durante una emboscada en las inmediaciones del Complejo Presidencial.
El ataque contra los miembros de la Guardia Nacional tuvo lugar alrededor de las 10:30 a.m. en una zona peatonal altamente vigilada, donde los agentes realizaban rondas rutinarias para reforzar la presencia militar en respuesta a recientes amenazas de seguridad.
Beckstrom sucumbió a sus lesiones en un hospital local horas después de ser ingresada en cirugía de emergencia, según confirmó el presidente Donald Trump en un breve comunicado desde Palm Beach, Florida.
El presunto autor del tiroteo, Rahmanullah Lakanwal, un ciudadano afgano de 29 años residente permanente en Estados Unidos desde septiembre de 2021, fue detenido en el lugar tras un intercambio de disparos con agentes del Servicio Secreto. Lakanwal, quien ingresó al país bajo el programa Operation Allies Welcome por su colaboración previa con fuerzas estadounidenses en Afganistán –incluyendo labores de inteligencia para la Agencia Central de Inteligencia (CIA)– portaba un arma semiautomática y municiones adicionales.
Investigadores del FBI y el Departamento de Justicia han revelado que el sospechoso cruzó el país en vehículo desde su residencia en California, posiblemente con intenciones premeditadas, aunque el motivo exacto permanece bajo análisis.
Lakanwal enfrenta múltiples cargos federales, entre ellos asalto agravado contra oficiales federales, uso de un arma de fuego en un crimen violento y, potencialmente, asesinato en primer grado, dado el desenlace fatal del incidente. Fuentes del Departamento de Justicia indicaron que se evalúa la aplicación de estatutos antiterrorismo, considerando el perfil del sospechoso y la naturaleza del ataque en un sitio emblemático.
El presidente Trump, en su declaración, lamentó la pérdida de Beckstrom, a quien describió como “una heroína americana que dio su vida protegiendo a nuestra nación”, y ordenó el despliegue inmediato de 500 tropas adicionales de la Guardia Nacional a la región metropolitana de Washington para fortalecer las patrullas.
“Este acto cobarde no nos doblegará; al contrario, nos unirá para erradicar estas amenazas en nuestras puertas”, afirmó Trump, vinculando el suceso a fallos en los procesos de vetting migratorio de administraciones previas.
La familia de Beckstrom, originaria de un pequeño pueblo en West Virginia, emitió un comunicado a través de portavoces militares expresando su devastación y pidiendo privacidad en este momento de duelo. El padre de la soldado, en una breve aparición ante la prensa, mencionó que su hija se había alistado recientemente motivada por un sentido de deber patriótico.
El segundo guardia herido, cuya identidad no ha sido divulgada por respeto a su condición médica, permanece en cuidados intensivos en un centro médico de la capital.
Redacción Cubanos por el Mundo