Una vez más, el régimen comunista de Cuba ha dejado claro de qué lado de la historia prefiere estar: del lado de los verdugos. En una votación vergonzosa llevada a cabo este miércoles 3 de diciembre de 2025 en la Asamblea General de las Naciones Unidas, la representación de la dictadura castrista votó EN CONTRA de una resolución que exige a Rusia la devolución inmediata de los niños ucranianos deportados forzosamente.
Mientras el mundo libre alza la voz para proteger a los más inocentes, el castrismo, fiel vasallo de Vladimir Putin, decidió sumar su voto al “club de los infames”. La resolución, aprobada por una contundente mayoría de 91 países, demanda que Moscú ponga fin a las deportaciones ilegales y garantice el retorno seguro de miles de menores que han sido arrancados de sus familias.

La magnitud del horror: Las cifras que Cuba ignora
El voto del régimen es aún más monstruoso cuando se confronta con la realidad documentada. Según informes recientes, incluido un reporte detallado de la cadena Al Jazeera, Ucrania ha logrado identificar con nombres y apellidos a 19,546 niños que han sido llevados a la fuerza a territorio ruso o a zonas ocupadas. De esa cifra escalofriante, hasta mediados de este año, apenas 1,345 habían logrado regresar a casa.
La dictadura cubana no votó contra una “maniobra política”, votó para encubrir un sistema cruel donde:
- Se borra la identidad: A los niños se les cambian los nombres y fechas de nacimiento para dificultar su rastreo. Un caso emblemático citado es el de una bebé de 10 meses secuestrada en Jersón, a quien cambiaron su identidad para ser adoptada ilegalmente por un político ruso.
- Campos de “reeducación”: Los menores son enviados a supuestos “campamentos de verano” de los que nunca regresan. Allí son sometidos a procesos de “rusificación”, se les prohíbe hablar ucraniano y se les adoctrina con propaganda del Kremlin.
- Militarización forzada: Los adolescentes varones son obligados a recibir entrenamiento militar y se les prepara para ser reclutados por el mismo ejército que invadió su país, enfrentándolos eventualmente contra su propia gente.
Cómplices del secuestro infantil
La dictadura cubana no estuvo sola en su indignidad. Se unió a una lista selecta de parias internacionales que incluye a Corea del Norte, Nicaragua, Irán, Bielorrusia y Siria, sumando un total de solo 12 votos en contra frente al clamor global.
Es inaudito que un régimen que ha separado familias cubanas durante décadas, ahora avale el secuestro sistemático en Europa. Mientras Rusia afirma cínicamente haber “acogido” a 700,000 niños como un acto humanitario, la realidad expuesta por las investigaciones internacionales demuestra que se trata de una estrategia deliberada de limpieza étnica y genocidio cultural.
La hipocresía en su máxima expresión
Al votar “NO”, el diplomático de Díaz-Canel no solo levantó la mano en la ONU; dio una bofetada a las miles de madres ucranianas que buscan desesperadamente a sus hijos.
Este voto es la prueba definitiva de que La Habana es un cómplice activo de la agresión rusa. El castrismo conoce estas cifras: sabe de los 19,000 niños robados, sabe de la militarización forzosa y sabe que la mayoría nunca volverá si no hay presión internacional. Aún así, eligieron proteger a sus amos de Moscú.
¡Comparte esta noticia! El mundo debe saber que el régimen castrista apoya el robo de niños.