La provincia de Holguín enfrenta una modalidad delictiva que sumerge en la oscuridad a comunidades completas, debido al desmantelamiento masivo de tendidos eléctricos por parte de delincuentes que operan con total impunidad ante la inacción del régimen.
La denuncia fue extendida por el comunicador Niover Licea, quien a través de su perfil en Facebook “Nio reportando un crimen” recogió los testimonios de los afectados, dando voz a un problema que las autoridades de la dictadura intentan ignorar para no admitir el colapso de los servicios básicos.
Los criminales se dedican a desmontar y sustraer secciones enteras del cableado, dejando a un número indeterminado de viviendas sin suministro energético por periodos prolongados, una situación que ha forzado a los propios vecinos a organizar vigilias nocturnas para custodiar los postes y acometidas que aún no fueron vandalizados.
Los residentes de Holguín se encuentran en un callejón sin salida, ya que las denuncias presentadas ante la empresa eléctrica y la Policía Nacional Revolucionaria carecen de efecto alguno, puesto que el mismo régimen admite no poseer los recursos para reponer el material sustraído, mientras la compra de cables en el mercado informal está penalizada con multas exorbitantes, lo cual imposibilita cualquier solución particular.
Este fenómeno delictivo es un síntoma inequívoco del colapso económico y social que padece Cuba, donde la escasez crítica y la desesperación empujan a individuos a cometer actos vandálicos cada vez peores ante la pasividad de una tiranía incapaz de garantizar la seguridad ciudadana.
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En consecuencia, numerosas familias en Holguín ya acumulan varios días en total penumbra, desprotegidas y a merced de la delincuencia, lo que evidencia el abandono absoluto por parte de un sistema que dejó de proveer los servicios más básicos y ahora ni siquiera puede proteger su propia infraestructura.
Redacción de Cubanos por el Mundo