La propagación simultánea de dengue, chikungunya y fiebre de Oropouche en Cuba encendió las alarmas sanitarias a nivel internacional, con especial preocupación por el riesgo de que estos virus se dispersen hacia Florida y otras regiones del sur de Estados Unidos, debido al alto tráfico de viajeros entre ambos territorios.
El médico cubano Luis Felipe Felipe, radicado en Florida, advirtió durante una entrevista en Telemundo 51 que la gravedad del panorama sanitario en la isla es tal que debería considerarse la suspensión temporal de vuelos como medida preventiva. “La presencia simultánea de varias enfermedades transmitidas por mosquitos ha encendido señales de alarma”, afirmó el galeno, destacando el alto riesgo de contagio para visitantes que desconocen la magnitud del brote.
Desde septiembre, la Embajada de Estados Unidos en La Habana emitió una advertencia a sus ciudadanos sobre los brotes activos, subrayando la necesidad de vigilancia epidemiológica y precaución extrema para quienes planeen viajar. A estas alertas se han sumado gobiernos como los de Rusia, Canadá y México, que han publicado recomendaciones sanitarias para sus nacionales, instando al uso de repelente, ropa protectora y la contratación de seguros médicos.
La fiebre de Oropouche, una enfermedad viral menos conocida pero con síntomas similares a los del dengue (fiebre alta, dolor de cabeza, náuseas y dolores musculares severos), complica aún más el escenario epidemiológico cubano.
La propagación de estas enfermedades se ve agravada por la crítica situación del sistema sanitario cubano, con grave escasez de insecticidas, deficiencias en las campañas de fumigación y una notoria incapacidad para controlar el mosquito Aedes aegypti, vector principal de estas enfermedades, debido a la falta de recursos logísticos y humanos.
Según cifras oficiales del Ministerio de Salud Pública de Cuba, en 2025 se registraron 33 fallecidos por estas enfermedades, de los cuales 21 corresponderían al chikungunya y 12 al dengue, siendo la mayoría menores de edad. No obstante, organizaciones independientes como el Observatorio Cubano de Conflictos (OCC) y la Fundación para los Derechos Humanos en Cuba documentaron al menos 87 muertes vinculadas a la epidemia, con casos reportados en diversas provincias.
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Redacción Cubanos por el Mundo
