El senador republicano por Carolina del Sur, Lindsey Graham aseguró que, una vez logrado un cambio político en Venezuela, Estados Unidos debería centrar su atención en Cuba, a la que calificó como uno de los principales apoyos de la dictadura de Nicolás Maduro y como un régimen que, representa una amenaza para la estabilidad regional.
Las declaraciones de Graham, considerado uno de los aliados más cercano del presidente Donald Trump en el Senado, se produjeron en el contexto del debate sobre la estrategia de Washington hacia América Latina y el Caribe, marcado recientemente por nuevas sanciones contra el entorno del régimen venezolano y por acciones de presión política y diplomática impulsadas por la Casa Blanca.
En ese escenario, el senador republicano sostuvo que la salida de Maduro del poder tendría un efecto directo sobre La Habana y abriría la puerta para un nuevo enfoque hacia el sistema político cubano.
Según Graham, Cuba ha sido un pilar clave en el sostenimiento del chavismo, tanto en el ámbito político como en el de seguridad e inteligencia, por lo que consideró que un eventual cambio en Caracas debería ir acompañado de una estrategia más firme hacia el régimen castrista.
A través de un post en la red social X, el senador republicano exhortó a sus colegas demócratas a respaldar las acciones que viene impulsando el presidente Donald Trump para limpiar a la región de narcoterroristas.
“No entiendo por qué los demócratas se opondrían a limpiar nuestro propio vecindario de estados narcoterroristas dirigidos por dictadores de pacotilla como Maduro en Venezuela. Todos deberíamos desear el fin del régimen de Maduro en Venezuela. Maduro se ha aliado con Hezbolá y Rusia, y bajo su régimen, el país es un refugio para el narcotráfico”, precisó en la publicación.
El legislador afirmó que, después de Venezuela, “hay que enfocarse en Cuba”, a la que describió como “uno de los regímenes más opresivos del hemisferio”.
El senador republicano vinculó esta postura con las acciones promovidas por el presidente Trump, a quien respaldó en su política de máxima presión contra gobiernos que Washington considera autoritarios o adversos a sus intereses.
“Ojalá el fin del régimen de terror de Maduro en Venezuela esté cerca, y entonces podamos centrarnos en Cuba, uno de sus mayores aliados y uno de los regímenes más opresivos de nuestro país. Cuba, designada como Estado patrocinador del terrorismo, es una dictadura comunista que también está fuertemente involucrada en el narcoterrorismo. Además, ha sido un estado cliente de la Rusia de Putin durante años”, agregó.
Por último, Lindsey Graham hizo un llamado nuevamente a sus “colegas demócratas” a que “deberían apoyar los esfuerzos del presidente Trump para liberar a Venezuela –y pronto a Cuba– en lugar de oponerse a ellos”.
Las afirmaciones del senador se producen mientras la política exterior de Estados Unidos hacia América Latina atraviesa una fase de endurecimiento, con un mayor énfasis en sanciones, presión diplomática y mensajes directos desde el Congreso y la Casa Blanca. Además del despliegue militar que mantiene EE.UU. en el Caribe para combatir a los carteles del narcotráfico.
Redacción Cubanos por el Mundo
