El aparato represor de la dictadura castrista ejecutó otra de sus maniobras arbitrarias, esta vez trasladando de manera clandestina al preso político Yosvany Rosell García y negándole el derecho fundamental a notificar a su familia sobre su paradero.
Es importante recordar que el opositor está actualmente recuperándose de la prolongada huelga de hambre de 40 días que llevó a cabo recientemente, misma que debilitó su cuerpo de forma alarmante.
La denuncia sobre este atropello fue expuesta públicamente por Mailín Sánchez, esposa del preso político, quien utilizó sus redes sociales para exponer la violación y dejar constancia de la crueldad con la que opera el castrismo.

El texto menciona que García fue movilizado el pasado viernes 12 de diciembre hacia la prisión provincial, una operación realizada con total sigilo por el régimen para infligir un castigo psicológico adicional tanto al él como a sus allegados, quienes permanecieron en la más absoluta incertidumbre.
“No fui notificada de esa noticia como su esposa, y no he recibido ninguna llamada ni aviso sobre él hasta el momento, derecho que tiene al ser traslado de hacer una llamada telefónica para informar a su familiar”, escribió la mujer en su publicación, con una más que entendible molestia.
Sánchez manifestó su hartazgo frente a la continua vulneración de las garantías más básicas, anunciando que agotará las vías legales disponibles dentro de la isla para confrontar esta injusticia.
“Estoy harta de ver cómo no podemos hacer valer nuestros derechos. Basta ya”, aseveró.
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Esta situación evidencia una vez más el modus operandi de la tiranía, que utiliza los traslados carcelarios no notificados como una herramienta de tortura y amedrentamiento, buscando quebrar la moral de quienes se oponen a su absurdo sistema y reafirmando su desprecio por cualquier apariencia de legalidad o humanidad.
Redacción de Cubanos por el Mundo