La única respuesta del régimen castrista ante el inminente colapso de una vivienda en Santiago de Cuba fue una orden inhumana para la familia que allí habita: “Salgan de ahí”, una frase que resume la total indiferencia hacia la vida de una madre y sus dos hijos menores.
La denuncia fue expuesta por el comunicador Yosmany Mayeta Labrada a través de sus redes sociales, quien documentó la precaria situación familiar y la negligente gestión de los funcionarios locales que nunca ofrecieron una alternativa viable.
La mujer afectada convive junto a su propia madre y los dos pequeños en una estructura declarada como derrumbe total desde el paso del ciclón Sandy hace más de una década, una condición de vulnerabilidad extrema que las autoridades conocen perfectamente y han ignorado deliberadamente.
El reciente paso de otro fenómeno meteorológico (huracán Melissa) agravó la crisis estructural del inmueble, provocando la caída de varias paredes y dejando otras suspendidas peligrosamente, todo esto mientras los irresponsables del régimen se limitaron durante años a ofrecer promesas vacías sobre una solución que nunca llegó.
Lejos de proporcionar un albergue seguro o materiales para una reparación de emergencia, la única y miserable “asistencia” (si es que se puede llamar así) que recibieron consistió en la venta de una colchoneta por la cual debieron pagar 2,050 pesos cubanos, un acto que constituye una burla cruel a su desesperada necesidad.
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Esta familia de Santiago de Cuba enfrenta un futuro incierto sin saber a dónde ir, atrapada entre el riesgo constante de ser aplastada por los escombros y la indolencia de la dictadura, una tragedia anunciada que evidencia cómo el castrismo no solo es incapaz de proteger a sus ciudadanos, sino que los abandona activamente a su suerte.
Redacción de Cubanos por el Mundo