En un ya predecible acto de pataleo, el régimen castrista, por medio de su canciller Bruno Rodríguez, volvió a defender de forma descarada al chavismo, justo cuando la administración estadounidense intensifica su ofensiva contra la cúpula en Caracas.
Esta reacción responde directamente a la designación del régimen de Venezuela (Cartel de los Soles) como una Organización Terrorista Extranjera por parte de Washington, una medida que se complementa con nuevas sanciones dirigidas al círculo más íntimo de Maduro, incluyendo a su esposa Cilia Flores y otros miembros del clan Flores-Malpica.
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Fue a través de su cuenta personal en la red social X donde Bruno Rodríguez calificó la acción estadounidense como un “acto arbitrario, fraudulento, unilateral y políticamente motivado”.
Designación por #EEUU del Gobierno legítimo de #Venezuela como organización terrorista extranjera, es un nuevo acto arbitrario, fraudulento, unilateral y políticamente motivado. Demuestra nuevamente la falta de credibilidad de estas decisiones y la manipulación del terrorismo… pic.twitter.com/49de5N15p0
— Bruno Rodríguez P (@BrunoRguezP) December 20, 2025
En un intento por desviar la atención, hasta cuestionó la “moral” de Estados Unidos para emitir tales designaciones, llegando a acusar a la Casa Blanca de proteger a grupos terroristas y planificar sabotajes mediante la CIA, un discurso repetitivo que ignora por completo la estructura de narcocorrupción que sostiene al régimen ilegítimo tanto de Venezuela como de Cuba.
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Por su parte, el secretario del Tesoro estadounidense, Scott Bessent, justificó la medida al afirmar que la designación “envía un mensaje claro a los actores criminales que amenazan la estabilidad del hemisferio”, y sentenció que Washington no permitirá que el narcoestado venezolano siga exportando sus actividades ilícitas.
La “solidaridad total” expresada por Bruno Rodríguez hacia Venezuela no es más que el reflejo del pánico que se instala en La Habana, pues la cúpula castrista entiende que el cerco sobre su principal patrocinador financiero y político presagia un futuro incierto para su propia supervivencia, evidenciando que esta defensa es un acto desesperado ante el avance de la presión internacional.
Redacción de Cubanos por el Mundo
