La negligencia estatal se materializó este jueves en un nuevo siniestro vial en la concurrida esquina de Zanja y Galliano, en La Habana, donde la avería de un semáforo a causa de los apagones provocó la colisión que dejó a un motociclista herido.
El suceso tuvo lugar cerca de las 4:00 de la tarde, momento en que el conductor de la motocicleta fue impactado por un automóvil, arrastrado varios metros junto a su vehículo ante la mirada atónita de los transeúntes que circulaban por esa zona de la capital.
Fueron precisamente los testigos presenciales y la aglomeración de vecinos quienes alertaron de la situación, convirtiéndose en el único factor de presión para que las autoridades de La Habana finalmente hicieran acto de presencia en la escena.
Este incidente no es un hecho aislado, sino la consecuencia de la indeferencia del régimen, alimentado por la indisciplina vial generalizada, el caos propio del ajetreo de la época y la ausencia de agentes de tránsito en una intersección de vital importancia para la ciudad.
La respuesta de los cuerpos de seguridad fue una prueba más de su inoperancia, pues una patrulla de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR) apareció en el lugar casi una hora después del impacto inicial, demostrando la desidia del sistema ante emergencias ciudadanas.
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Lamentablemente, esta no es la primera vez que suceden accidentes similares tanto en La Habana como en el resto de la isla, y a juzgar por la absoluta inacción de la dictadura, tampoco será la última.
En Cuba, mantener la integridad física se ha vuelto una labor titánica, y el castrismo se encarga de que esa tarea sea aún más difícil con todas las calamidades que provoca con sus absurdas decisiones.
Redacción de Cubanos por el Mundo
