Un demoledor reporte del Observatorio de Derechos Culturales (ODC) documentó que la maquinaria represiva del castrismo mantiene bajo castigo a por lo menos 27 artistas cubanos, de los cuales 17 permanecen encarcelados y otros 10 cumplen sanciones en regímenes restrictivos de libertad por su labor creativa o su negativa a someterse a los dictados de la tiranía.
La propia organización utilizó Facebook para afirmar que el encarcelamiento de intelectuales y creadores es una de “las expresiones más graves y persistentes de la represión en Cuba” y se subraya el impacto devastador de estas acciones sobre las familias de las víctimas.
El documento detalla un patrón de abuso sistemático contra los creadores cautivos, quienes sufren violencia institucional, negligencia médica, aislamiento y castigos arbitrarios dentro del sistema penitenciario, una situación que, según el informe, no representa estadísticas abstractas sino trayectorias interrumpidas por el encierro, el miedo o el exilio forzado.
Más allá del conteo numérico, la investigación del Observatorio se enfoca en cómo la dictadura utiliza todo el engranaje penal para castigar el disenso, evidenciando un proceso de “revictimización” con expedientes sin avances claros, una realidad que se enmarca en un contexto donde, según Prisoners Defenders, la isla albergaba 1,192 prisioneros políticos y de conciencia al 30 de noviembre de este mismo año.
OTRAS NOTICIAS: Estados Unidos exige la libertad de “los centenares de presos políticos” de la isla
El informe resalta casos emblemáticos de como el de Luis Manuel Otero Alcántara, además de exponer la situación de otros artistas cubanos como José Alejandro Rodríguez Gelin y Yasmany González Valdés, utilizados como ejemplo de la arbitrariedad con la que opera el régimen.
Finalmente, el documento insiste en que su labor es un registro permanente para sostener la memoria y la presión pública, pues como se cita en una de sus conclusiones, la campaña continuará “mientras haya un solo artista cubano castigado por ejercer su derecho a expresarse”, dejando claro que la creación no es un delito que la cultura pueda ser encarcelada sin consecuencias.
Redacción de Cubanos por el Mundo