El cubano Lázaro Iglesias Valdés, originario de Arroyo de Mantua en Pinar del Río, estuvo a punto de perder la vida al quedar atrapado en un pozo de 25 metros de profundidad.
Después de estar adentro del pozo, la falta de oxígeno le provocó desorientación y pérdida de la consciencia.
El cubano había bajado al pozo para limpiarlo, pero sus sus compañeros en la superficie notaron su situación crítica y buscaron ayuda ante los servicios médicos locales, pero no recibieron respuesta oportuna, pues no cuentan con las herramientas ni los conocimientos para hacerlo.
El antillano seguía en la parte de adentro del pozo con falta de oxígeno e hipotermia y sus amigos siguieron buscando ayuda, pero esta vez ante las tropas Guardafronteras del Ministerio del Interior (MININT), según informó este domingo el periodista oficial Lázaro Boza.
Otro cubano, el soldado Abel Martínez Fiallo, llegó al lugar y al darse cuenta de la gravedad de la situación y del riesgo inminente para la vida de Iglesias, decidió descender al pozo para rescatarlo, mientras que estaba con una cuerda atada.
“Vengo a salvarte”, le dijo Martínez Fiallo a Iglesias Valdés, quien, en medio de la falta de oxígeno, logró atarlo y dio la señal para que desde la parte de arriba subieran la cuerda.
El cubano rescatado recibió atención médica para estabilizarlo y el soldado que lo salvó, también fue revisado por los primeros auxilios.
“Hice lo que debía hacer en esas circunstancias; de lo contrario, un hombre y padre de familia hubiera muerto”, dijo el rescatista.
Los cubanos corren sus propios riesgos ante las necesidades a las que se enfrentan, pues este cubano puso en peligro su vida por limpiar un pozo, en una tarea que no le corresponde pero que la necesidad le obligó a hacerlo.
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Redacción Cubanos por el Mundo
