Un estado de salud “crítico con pronóstico reservado” define la situación actual del preso político Yosvani Rosell García, quien después de 30 días en huelga de hambre se encuentra extremadamente débil y apenas con capacidad para hablar.
Así lo informó a CubaNet su esposa, Mailín Rodríguez Sánchez, quien pudo visitarlo este jueves en un cubículo aislado dentro de la Sala de Penados del Hospital Clínico Quirúrgico “Lucía ĺñiguez Landín”, lugar al que las autoridades lo trasladaron apenas un día antes.
Durante el encuentro, y a pesar de los ruegos de su cónyuge para que depusiera la protesta, García Caso se mantuvo inquebrantable en su decisión y le pidió transmitir un mensaje a quienes lo apoyan: “Yo estoy firme, diles que luchen por mi libertad”, sentenció, dejando claro que su objetivo no es abandonar la huelga, sino alcanzar su liberación definitiva.
El equipo médico que lo atiende, incluyendo al director del hospital, comunicó a Rodríguez Sánchez la extrema gravedad de la situación y le aseguró que la prioridad era salvarle la vida, una tarea que se vuelve difícil debido a que el propio preso político se niega a recibir cualquier tipo de asistencia o tratamiento por parte de ellos.
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En ese sentido, Mailín confesó la dureza de este proceso a pesar de haberlo apoyado siempre, una angustia que intenta ocultar a sus dos hijos menores, de siete y nueve años, pues únicamente su hija mayor, de 17, conoce la verdadera dimensión de lo que está ocurriendo con su padre.
En medio de su agonía, García Caso aguarda la asistencia religiosa del obispo auxiliar Marcos Pirán Gómez mientras su familia enfrenta el silencio absoluto de las autoridades y el recuerdo cínico de un oficial de la Seguridad del Estado, quien en los inicios de la huelga espetó que el preso político “había escogido muy mal momento” para su protesta debido al paso de un ciclón por la región.
Es importante recordar que este hombre, de 37 años de edad, carga sobre sus hombros una desproporcionada condena de 15 años de cárcel, impuesta por el delito fabricado de “sedición” tras su participación en las históricas manifestaciones del 11 de julio de 2021.
Redacción de Cubanos por el Mundo
