La desolación define por completo la Navidad en Cuba a través del testimonio de Mailín Sánchez, esposa del preso político Yosvany Rosell García, quien resume el sentir de una nación sumida en la desesperanza, las mesas vacías, la angustia y el colapso, todo por culpa de la dictadura castrista.
El dolor de Sánchez tiene como epicentro la injusta situación de su marido, a quien el régimen condenó a 15 años de encierro únicamente por alzar su voz durante las masivas protestas del 11 de julio de 2021.
En una desgarradora publicación, Sánchez exterioriza la profunda tristeza que embarga a su familia y a tantas otras en la isla, al punto de confesar que “este año ni el árbol lo he puesto” porque en el país ya no existe la ilusión ni la alegría.
La miseria descrita por Mailín abarca todos los aspectos de la vida bajo la tiranía, enumerando un panorama de separaciones familiares, carencias, escasez de todo, suciedad y un caos permanente que aniquila cualquier vestigio de celebración o felicidad en el pueblo cubano.
Cabe subrayar que esta será la quinta Navidad que Yosvany pasará alejado de sus hijos y su familia, un reflejo de la tragedia que viven miles de cubanos quienes, como él, fueron despojados de su libertad por un sistema criminal que solo produce sufrimiento e injusticia.
Por otro lado, es importante recordar que la crueldad del aparato represor contra este preso político se intensificó recientemente, pues después de una huelga de hambre de 40 días que dejó su cuerpo en un estado alarmantemente débil, fue trasladado otra vez y de manera clandestina a la prisión, confirmándose que pasará estas fechas en una celda de aislamiento, sin haber hecho nada malo.
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Redacción de Cubanos por el Mundo
