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Rolando Zaldívar: "Yo sigo siendo Zaldívar el de Cayo Hueso" (Parte I)

Rolando Zaldívar: “Yo sigo siendo Zaldívar el de Cayo Hueso”.   (Parte I) 

Rolando Zaldívar, estelar locutor y presentador cubano, ofrece su primera entrevista a los medios de Miami. Foto del Autor

por: Roberto Lamelo

Su nombre es Rolando Zaldívar y nunca le gustó la escuela.

Nació accidentalmente en Puerto Padre, Las Tunas. Su madre es oriunda de San José de las Lajas y su papá tunero, pero vivía en San José. Ambos fueron un día a Oriente y se presentó allá el parto. Apenas vio la luz, “regresó”.  En San José vivió hasta que tuvo veinte años, momento en el cual decidió irse a probar suerte en La Habana.

Cuba entera lo conoce. Pero él ya no vive en Cuba.

Me ha jurado que me hablará de todo. Que solo a mí me contará las cosas y sin embargo hace apenas dos meses que lo conozco.

Hace dos meses pienso que Zaldívar es como la palma, como el manatí, como el sinsonte. He ido a varios lugares con él y todos lo miran, lo saludan, le preguntan, le dicen: “¿Maestro… usted aquí?”

Zaldívar quiso, a las 9.38pm que lo dejé en su casa, contarme su historia. Terminamos a las 3.24am. Y antes de contarme como se convirtió en el locutor que es, me dijo que, cuando niño era muy malo en la escuela.

                                                                                                                                   Roberto Lamelo

La Historia

“En San José de las Lajas creo que pasé por todos los centros estudiantiles que existian. Era muy intranquilo y recuerdo que estando en Secundaria llamaron a mi madre de “la última escuela” y le advirtieron: <<Mire señora, ya no tenemos dónde  enviar a su hijo. >> Así le dijeron, pero yo ni modo de acotejarme.

Entonces me mandaron para una Escuela de Oficio. Estando ahí tuve la suerte que se me acercó una amiga que tenía un programa pioneril en Radio Camoa, ahí en la radio de San José. Habló con la directora del centro y ese mismo día “me cambiaron el oficio.” Eso fue cuando yo tenía 13 años.

Termino mi periodo estudiantil y supuestamente “me gradúo” pero sin ningún oficio como tal. Ya era un joven, ya mi voz no era la de un pionero y lo peor de todo: descubrí que me interesaba la locución, el reconocimiento social, en ese entonces de la gente de mi pueblo: San José.

Pero no tenía edad laboral. No estaba emplantillado, y no era locutor.

El golpe llega cuando cumplo los 18 años y manifesté mis deseos de quedarme trabajando ahí y me dijeron que eso no era así como así, pues yo no estaba ni siquiera graduado como locutor.”

La locución… ¿oficio o arte?

<<Esto ha estado mal desde el principio; la locución no es un oficio>>, así me dijeron

RL: ¿Y para ti que es?

Es un oficio, es una profesión y también tiene de arte. Para los cubanos es un oficio porque no se le ha dado el lugar que le corresponde.

Ahí en Radio Camoa trabajé en casi todos los programas; Mira… yo escuchaba todas las mañanas un programa, el programa Haciendo Radio. El conductor era un uruguayo, Jorge Ibarra. Era una locución distinta. No sé si recuerdas aquel “el segundero corre el minutero, el minutero corre el segundero,y se han pasado ocho minutos de la hora ocho, ocho ocho seguimos haciendo radio.” A mi aquello me encantó.

Génesis de la verdadera locución

Un día de esos, buscando en el dial, escucho otra locución que me llamó sobremanera la atención y era la de Franco Carbón en el programa Así de Radio Rebelde. Desde ese día yo me creí Franco Carbón. Quise de alguna manera igualar el estilo de Franco, y ponerle el estilo de Franco a todo lo que yo hacía. Más bien era una mezcla entre Ibarra y Franco. Franco decía aquello de “2×2 la matemática es así, el sonido cultural de Rebelde” o “el corazón de darse hay un día en que se parte y el amor acaba…quédese así, hasta las siete, en Rebelde.”

Teniendo ya veinte años, decido irme y recojo. Me voy por cuenta mía para la Habana. Eso fue horrible. No tenía un expediente laboral, ni un padrino para que me pusiera una palanca, y me fui… me aparecí al pecho en los estudios de la COCO que en ese momento se encontraban en J y 15, en el Vedado a hacer las pruebas de locución. Llegué, hablé y logré que me las hicieran. Un buen día, como al mes o a los dos meses, me llaman de la COCO, y empecé a trabajar de seis a doce de la noche. A a esa hora tenía que irme para mi casa en San José, pero el último ómnibus que salía para San José ya se había ido y el próximo salía a las cinco am. Así estuve cinco años, durmiendo de lunes a viernes en los portales de una  improvisada terminal de ómnibus.

"Dormí cinco años, de lunes a viernes, en los portales de una improvisada terminal de ómnibus."
“Dormí cinco años, de lunes a viernes, en los portales de una improvisada terminal de ómnibus.” Foto del Autor

Esa fue mi vida laboral en la COCO, haciendo “cabinas” pero ya tenía un contrato de trabajo y ya recibía un salario.

Llegó el día en que, claro, me mandaron a pasar un curso de locución porque yo no tenía nada, yo era un locutor empírico.

Ahí en ese curso mis maestros fueron Antonio Pera, Ángel Hernández y Manolo Ortega. Ahí aprendí con ellos la técnica, que era la que yo no tenía.

La técnica siempre es importante. Yo siempre he estado recomendándole a todo el mundo los cursos que imparten en la UNEAC. Independientemente de si seas locutor o no… esos cursos te enseñan a hablar. A pronunciar correctamente las S y las R. A no atropellar las palabras, a darle la entonación correcta a cada una. En la radio, si estás recitando un poema, la palabra lejos se pronuncia como es: lejoooossss, porque es así.

RL: Esto era algo que tú desconocías evidentemente, cuando fuiste a ese, tu primer curso.

Exacto, yo no lo sabía, ni se me había ocurrido que en la radio el lejos, era lejoooosss ni que el cerca es cerca.

RL: ¿Te enseñaron ahí los “diferentes tipos de locución” que existen? 

Me enseñaron la técnica. Ahí en ese curso aprendí que en la radio para transmitir alegría tienes que sonreír, y sonreírle al micrófono.

Haciendo esas “cabinas” en la COCO, luego de haber pasado varios cursos, me llaman para ir a trabajar en un programa de Radio Ciudad de la Habana que se llamaba Disco Fiesta 98, conducido por Roilé Rodríguez y que era el programa más popular de la radio por esos años. Era un programa que paralizaba la Habana cuando salía al aire de 11am a 1pm.

DISCO FIESTA 98

El director de ese programa viene un día y me dice: <<Zaldivar, necesito tu voz para que me hagas el segmento de las noticias en Disco Fiesta. >>  Lo haría a las 11 y medía y a las 12 y media. Era todo lo que tendría que hacer. ¡No más noches durmiendo en los portales! Así que me fui de la COCO para Radio Ciudad de la Habana a leer noticias en Disco Fiesta 98. Trabajaba menos tiempo, me pagaban lo mismo y era un trabajo “por el día”.

Pasa el tiempo, y comienzan a surgir problemas dentro del programa Disco Fiesta 98. Problemas que no tuvieron nada que ver conmigo. Roilé, su locutor, se va del programa y…

RL: ¿Puedes decirlo? ¿Por qué se marchó Roilé de un programa como ese? Tiene que haber sido un motivo muy fuerte imagino.

Cosas absurdas. Cosas que se decían… un determinado tipo de música que se ponía, que según “alguien” no estaba en sintonía en aquel entonces con la política musical del país… Roilé se va y el Director Provincial de la Radio, Daniel Marín, me dice: <<Zaldívar, tú puedes hacer Disco Fiesta 98. >>

Mi respuesta inmediata a Marín fue “tú estás loco. Yo no puedo hacer ese programa.” ¡Imagínate el compromiso! Pero donde manda capitán… y comencé a hacer Disco Fiesta 98.

Disco Fiesta 98 era el "monstruo" de la Radio en Cuba.
Disco Fiesta 98 era el “monstruo” de la Radio en Cuba. Foto del Autor

Yo le tenía mucho miedo a ese programa. Era un monstruo. El programa más pegado de la Radio. Era un programa que, donde más lejos se oía era en Pinar del Río, debido al alcance de la señal, pero yo no sé cómo – aún no lo sé – Disco Fiesta 98 pegó en toda Cuba.

 RL: ¿Por qué aceptaste un reto como ese?

Yo actualmente no sabría explicarte por qué yo acepté ese reto. Hacer no un programa… sustituir a Roilé. ¡Había que estar demente! Los tres o cuatro primeros fueron un desastre. La gente llamaba al estudio y protestaba. Decían << queremos a Roilé, no lo queremos a él. >> Pero tú sabes que el tiempo lo cura todo, y eso fue pasando, y la gente se fue acostumbrando a mi estilo. Los mismos invitados que “se habían marchado” por solidaridad con Roilé se reincorporaron a Disco Fiesta 98, esta vez con la conducción de Rolando Zaldívar. Yo te puedo decir a ti que Disco Fiesta 98 ha sido el programa que me dio la popularidad en Cuba entera. La gente grababa los programas y se los pasaba en cintas, en cassettes,… Disco Fiesta 98 se regó por toda Cuba.

 Sabadazo

Haciendo este programa y por motivos que desconozco, Carlos Otero se va de Sabadazo (*) y Julio Pulido, su director, me llama para sustituir a Carlos. ¡Oye esto que lío! ¡Las cosas que a mí me pasan!

RL: Sin dudas, un reto mayor que Disco Fiesta 98. Sabadazo – valga la aclaración – era el programa más popular de la Televisión Cubana. La gente, los sábados, salía para la calle después de ver Sabadazo.  Y tú ni siquiera eras el locutor radial más popular de Cuba.

No lo era,… y tampoco era locutor de televisión. Yo jamás había hecho televisión. Mira, para tú ser el locutor más popular de un país, tiene que escucharte el país entero; y te repito, Disco Fiesta 98 se oía solamente en Ciudad de la Habana, Provincia Habana, Pinar del Río, y en algunas partes de Matanzas (creo) O sea, yo, como locutor “no tenía ese alcance” Yo no sé por qué Pulido me llamó para hacer Sabadazo.

RL: ¿Por qué saliste de Disco Fiesta 98?

La popularidad trae aparejada muchas cosas. Hubo una etapa en que mi modo de vida sufrió un cambio total. Una época en que mi éxito, ligado a mi juventud e inexperiencia, me hizo pensar en otras cosas, y un buen día me aparecí  y dije que no quería seguir haciendo Disco Fiesta 98.

En realidad mi mente andaba en otras cosas que nada tenían que ver con Disco Fiesta 98. Me desmotivé. Empecé a llegar tarde o simplemente no iba a trabajar. Hasta que me fui definitivamente.

Estoy en contra, totalmente, de engolar la voz

RL: Tantos años en la radio… ¿por qué el rechazo?

No, no es rechazo. Hay que entender muchas cosas… mira, quiero comentarte algo que tiene que ver con tu pregunta pero es una opinión personal.

Por esta misma época en la que comencé a hacer cabaret en la calle y shows en la Televisión etc., me llaman de vuelta a la Radio. Necesitaban un locutor para Radio Progreso.

Los locutores de Progreso tienen su sello característico, porque Progreso – digamos – lo exige así. Esto es: tener la voz grave.

Yo no tengo ese tipo de voz. De hecho, en el mundo, y Cuba no es una excepción, hay una tendencia a exigir locutores que tengan la voz grave, y el que no la tiene grave, la engola.

Mi locución es natural, mía, una voz que yo eduqué para el micrófono y que puede transmitir distintos estados de ánimo; alegría, tristeza, dolor… pero engolar la voz NO. No puedo ni lo voy a hacer.

Existen locutores en Radio Progreso y en la TV Nacional que tienen la voz engolada. Con ella viven, dentro del trabajo, en la calle, y hasta en su casa. Yo no puedo lidiar con esa falsedad. Conozco grandes locutores que tienen que engolar la voz para recitar un poema, porque se lo han exigido. Leer un poema así suena muy falso. Hablar así es ser irreal en la locución. Engolar es ser falso al hablar; como el hipócrita al comportarse.

"Yo tengo mucho que agradecerle a la Televisión"
“Yo tengo mucho que agradecerle a la Televisión.” Foto del Autor

La Televisión.

Yo tengo que agradecerle mucho a la Televisión. La Televisión me dio la posibilidad que la gente me reconociera, que ubicara un rostro detrás de una voz; de la voz de Disco Fiesta 98. Yo hice muchos programas de Televisión en Cuba, y sin embargo, para las personas  sigo siendo Zaldívar el de Disco Fiesta 98.

Pasado el tiempo la gente me preguntaba: << ¿Tú eres Zaldívar el de Disco Fiesta 98? >> Y yo les contestaba: No, yo soy Zaldivar, pero hace rato que dejé de hacer Disco Fiesta 98.

Luego me di cuenta que era una guerra perdida. Era algo viral. Me percaté que había perdido mi nombre, y contra eso no podía hacer algo; a no ser sentirme agradecido de la gente, de mi pueblo. Yo no te puedo explicar cuanto cariño me ha profesado la gente después de mi salida de ese programa En Bélgica, Holanda, Italia, Francia, España…

Anécdotas

Una vez me perdí en el Aeropuerto de Barajas, en Madrid. Barajas es un aeropuerto inmenso.

En otra ocasión, en ese mismo aeropuerto, yendo hacia Roma, entro en una perfumería y le pido de favor a la muchacha que me dejara ponerme un poquitico de perfume Angel, de Terry Mugler, pues era (es) mi perfume preferido.

Yo le hablaba y noto que ella me miraba ensimismada y de pronto me dice: <<Ay, tú no sabes cómo me gusta tu voz. >> Me dice así voZ, con la Z, y yo le contesto que como era posible si apenas habíamos intercambiado par de palabras y me contesta: <<Mira, yo soy cubana. Llevo mucho tiempo viviendo en España, pero soy cubana, y soy una gran admiradora tuya. Es un encanto haberte conocido. >>  Pues esa mujer me regaló una bolsa grande llena de muestras del dichoso perfume. Eran esas muestras chiquiticas, pero la bolsa era enorme. <<No tengo dinero encima para darte, pero mira toma: Todo esto es como si fueran 2 perfumes. >> Me dijo.

RL: ¿Y tú viajaste por toda Europa con una bolsa llena de muestras de perfume?

¡Y viré para Cuba con ella! Es el perfume que me gusta. Con esa bolsa yo hubiese ido hasta China, Hawaii…

En Bélgica, me sucedió algo que me conmovió muchísimo en Bruselas. Bruselas es una ciudad triste, como una postal de navidad y a pesar de esa tristeza me sucedió una cosa preciosa. Voy caminando por la calle, solo, y de pronto una muchacha me toma de la mano y me pregunta: << Maestro… ¿cómo está usted?>>  Yo le contestó que bien, y le doy las gracias y entonces ella me comenta que desearía tomarse unas fotos conmigo. “Naturalmente, las que quieras” le digo.

Entonces, después de las fotos, me comenta que ella era cubana y me dice: “<<Tengo la inmensa satisfacción de poder decirte en la cara, que mi madre murió amándote. Padecía de cáncer y ya en estado terminal, descubrí que, el único momento del día en que yo lograba que ella comiera algo, era al mediodía mientras te escuchaba. Comía y sonreía. Era el único momento también en el cual la veía sonreír. Escuchando Disco Fiesta 98. >>

Parece un Deja-vú… pero Disco Fiesta 98 fue y es mi vida.

La emigración.

RL: ¿Por qué decidiste irte de Cuba?

Fue un proceso… Yo entré a este país en el 2013, pero hacía 5 años que vivía viajando entre México y Cuba. Vivía en Cancún, y en Mérida, gracias a la bondad de Carlos Sánchez,  empresario mexicano. Una excelente persona, que ha hecho mucho por dar a conocer y difundir la música cubana en ese país. Algunos “sesudos” lo han querido crucificar. Yo le pondría una medalla, porque es el único empresario mexicano que trata con dignidad a los artistas que viven en Cuba.

¿Por qué lo decidí? Digamos… ¿salir? Por probar mi talento en otro lugar. Simplemente ejercí un soberano derecho del ser humano: emigrar.

Yo tenía el mundo a mis pies. Yo era uno de los locutores mejor pagados de Cuba, y no quiero sonar pretencioso, pero probablemente fuera el mejor pagado. Yo llegaba a cualquier lugar y de mi bolsillo no salía un centavo. Me reconforta decir que soy amigo de las principales estrellas musicales de Cuba.

RL: Elito Revé, El Tosco, Tania Pantoja, Aymeé Nuviola

En aquel entonces Aymeé cantaba con su hermana. Eran Las Hermanas Nuviola. Aymeé y Lourdes. Muy talentosas. Siempre. Yo las ponía constantemente en la radio. Recuerdo incluso que casi todos los días saludaba a su madre, una señora encantadora,… lamentablemente ya fallecida. Ella era asidua oyente del programa Disco Fiesta 98.

Volvamos a México. Yo tenía mi FM3. Esto es, el permiso de residencia temporal y trabajo. Un permiso que tenía que prorrogar todos los años, pero hubo una actualización en la política migratoria mexicana, y se me hizo insostenible económicamente tanto viajeteo. Más que insostenible… se me hizo insoportable.

¿Tenía un mundo a mis pies? Sí, lo tenía.

RL: Te probaste en México, “te probaste” en Europa… ¿por qué venir a Miami, del cual se dice “es el cementerio de los artistas cubanos”?

Hay cosas que las personas deben saber. A veces… digámoslo así: a veces,..yo creo que incluso, muchas veces, sucede algo. Yo, por ejemplo, no tengo ningún tipo de problemas con el actual presidente de la TVC, Danilo Sirio, un excelente director de programas, y una de las mejores personas que he conocido jamás, pero de quien estuvo antes que él, Ernesto López, que Dios lo tenga donde lo quiera tener, no puedo decir lo mismo. Era un personaje insensible artísticamente.

Pero Danilo no es un mago, hay  cosas que a Danilo se le van de las manos.

También hay cosas que los gobernantes de un país no tienen por qué saber… cosas de las que no se enteran nunca. Y es la existencia de aquellos tipos mediocres que dirigen una redacción en la Televisión, en la Radio o en un periódico; que la dirigen en un momento determinado, y digo determinado porque duran pocos meses, pero en el tiempo que están, causan mucho daño.

Me cansé, me cansé como muchos que ni siquiera podían ir a México, también se aburrieron de esos típicos “personajillos”, y yo decidí probar suerte aquí, y me fui.

“Me fui de Cuba sencillamente porque quise ejercer un soberano derecho del ser humano: emigrar” Foto del Autor.

RL: ¿Has recibido muchas heridas en el tortuoso camino de la emigración?

Muchas. Sobre todo aquí en los Estados Unidos, de personas a las cuales quería mucho. Personas con las cuales me he reencontrado después de 25 años y no han resultado ser ahora lo que antes eran. Aquí la gente cambia mucho. Alguien me dijo el otro día que no era la gente, que era “el sistema” Yo estoy en total desacuerdo con eso. Estados Unidos es un hermoso país y no tiene culpa de eso.

Yo creo que no se puede dejar de querer a una persona de un día para el otro, pero la realidad es que la gente cambia mucho en los Estados Unidos.  La gente cambia y se puede volver monstruosa. Yo he pensado, que todos los inmigrantes cubanos que tengan en sus planes venir hacia los Estados Unidos, deben procurarse “una llave”… una llave de un cuarto, una llave que te de independencia. Está demostrado que no se puede venir a vivir a casa de alguien. La propia familia cuando viene de Cuba, al tercer día estorba. Son malos recuerdos…

RL: Pero claro que hay buenos recuerdos. También hay personas que han cambiado para bien y otros que siguen siendo iguales.

Son los menos los que como se dice en Cuba “no han desteñido” Te digo algo con sinceridad. He encontrado más cariño en gente que no conocía que por parte de los que ya conocía y que ahora tienen aquí otro mundo. Me quedo con mi amiga mexicana que conocí  hace apenas unos meses. O con Osmara, una cubana a quien no conocía y aquí ha sido como un ángel para mí.  Claro. hay sus excepciones. (Continúa en la 2da parte)

(*)  Sabadazo surge el 4 de julio de 1993. El programa sirvió para lanzar a nuevos talentos del humor en Cuba, como Osvaldo Doimeadiós, Ulises Toirac, Conrado Cogle (Boncó Quiñongo), Antolín el Pichón y muchos otros más.  Sábado tras sábado desfilaron en el programa  las mejores orquestas y agrupaciones musicales del país. El show estuvo siempre bajo la dirección de Julio Pulido consagrado director de la televisión, y bajo la conducción estelar del ya mencionado Carlos Otero. Sabadazo se mantuvo en el aire 3 años y medios consecutivos, y durante este tiempo consiguió tener el mayor rating de tele audiencia logrado por un programa de televisión en Cuba. En varias encuestas los televidentes reconocieron a este programa como uno de los mejores producidos en Cuba en toda su historia.

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