Estas serían las consecuencias luego de que el jefe de la Sección de Intereses de Estados Unidos en la Habana, Jeffrey Delaurentis, dio a conocer una carta enviada por el presidente estadounidense Barack Obama, en donde presentaba las intenciones de restablecer relaciones diplomáticas entre ambos países.
El documento fue entregado a Marcelino Medina, ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, quien comunicó la intención de apertura de embajadas al presidente cubano Raúl Castro. Posteriormente, el Ministerio de Relaciones Exteriores decidió “abrir misiones diplomáticas”. Es decir, establecer las embajadas en Washington y La Habana a partir del 20 de julio.
“El establecimiento de la embajadas es una muestra más de la ganancia mutua que tienen los países en temas económicos, políticos y sociales”, dijo Ricardo Abello, profesor de derecho internacional del Rosario.
Y es que desde 1960, cuando estas dos naciones rompieron relaciones, no ha habido embajadas. Además, el embargo comercial de Estados Unidos, que no permite hacer negocios a otros países con Cuba, complicó aún más la situación diplomática. Sin embargo, desde diciembre del año pasado los presidentes Obama y Castro anunciaron que trabajarían en el restablecimiento de las relaciones diplomáticas y en estos seis meses se han dado varios avances en la agenda.
Entre ellos se destacan la eliminación de Cuba de la lista de países que patrocinan el terrorismo y la entrada de algunas compañías para competir en el mercado cubano, aunque falta el levantamiento del embargo.
Este último tema ya esta siendo estudiado por el Congreso estadounidense, luego de que Obama le pidiera al legislativo trabajar para eliminar las restricciones comerciales. Todo esto, porque de acuerdo con el presidente de Estados Unidos, “a través de ese compromiso podemos ayudar a mejorar las vidas de los cubanos. No podemos dejar que el futuro sea rehén del pasado”.
Con estas medidas, y el establecimiento de embajadas, “se abre un espacio importante para que participen los servicios financieros, públicos, los que prestan conectividad a internet, se inauguren hoteles y en general a que el sector del turismo invierta en Cuba”, aseguró el internacionalista Julio César Botero.
La opinión de Botero se refleja en el hecho de que apenas con seis meses de negociaciones, en la isla ya trabajan algunas compañías como MasterCard, Airbnb, IDT, Netflix y Boost mobile, entre otras, enfocadas en comunicaciones y turismo.
Aún con el embargo, en el sector turístico se han registrado mejoras desde que comenzaron las negociaciones, ya que según el Ministerio del Turismo de Cuba reportó que este sector creció 14% en el primer trimestre en comparación con 2014, registrando un millón de turistas en esa temporada.
Por otra parte Cuba también ve que se le abren las puertas de un gran mercado internacional con productos nacionales, como por ejemplo “el azúcar y el tabaco, principales bienes de consumo que se manejan en la isla y que pueden ser de exportación por su calidad y cantidad”, afirmó Botero.
Otros efectos en Cuba y la región
Una de las dificultades para los cubanos que viven por fuera de su país es la falta de comunicación con sus familiares en la isla. Ahora ya pueden tener una interacción constante y enviar remesas sin ningún problema. Por otra parte, según el internacionalista Julio César Botero, uno de los daños colaterales va a ser el aislamiento que va a sufrir Venezuela, ya que “Cuba va a tener unas mejores relaciones con Estados Unidos”. Además el experto sugiere que “el país norteamericano puede persuadir al país del Caribe en los próximos años, en cuanto a las determinaciones de apertura política”.
Publicado en larepublica.co
