in

Cuando me fui de Cuba… ¡Ningún cubano olvida la fecha en que se fue de Cuba!

Ningún cubano olvida la fecha en que se fue de Cuba
Ningún cubano olvida la fecha en que se fue de Cuba
Ningún cubano olvida la fecha en que se fue de Cuba
Ningún cubano olvida la fecha en que se fue de Cuba

Hoy hace 56 años que me fui de Cuba, el 13 de Julio de 1959, dos días después de cumplir los quince, sin fiesta, ni vals, ni apenas regalos. A menudo he recordado esa mañana, el recorrido por la casa con ojos de adiós, la despedida a la abuela que no vería más, el desgarrón afectivo de separarme de todo cuanto conocía y amaba. He escrito poco, sin embargo, de esa tarde y esa noche. Es decir, de la llegada con mi madre y mi hermana Gloria de siete años a los Estados Unidos.

Hicimos escala en Miami y fui yo quien tuve que hablar con el oficial de inmigración. No hubo mayor problema pero me sorprendió que entendiera mi inglés. Aunque lo había estudiado desde niña, nunca había tenido oportunidad de desenvolverme por mi misma en otro país. A partir de ese momento, como mis padres no sabían el idioma – aunque luego lo aprendieron — , mi función de intérprete, no ya sólo lingüística sino cultural, me hizo sentirme más adulta. Pero eso fue con el paso de los meses. Ahora la preocupación era llegar a Washington y tener noticias de mi padre, que se había quedado escondido en La Habana, con planes de asilarse en le Embajada de Venezuela en cuanto nos fuéramos nosotras.

En el vuelo de Miami a la capital norteamericana nos encontramos a un cubano de pelo canoso pero no muy mayor. Me parece que se llamaba Roberto Ortega. Fue muy amable con nosotras y su compañía nos tranquilizó. En el aeropuerto tomamos un taxi al Hotel Ambassador en la Calle K esquina a 15. Creo recordar que mi hermana Lucía se había hospedado allí hacía poco, durante su luna de miel, y era el único hotel que conocíamos en esa ciudad. No se consultó a nadie porque nos fuimos casi en secreto.

En el Ambassador nos llevaron a una habitación que tenía tres “couchs” forrados de rojo y dijeron que pronto vendrían a hacernos las camas y nos subirían las maletas. Estuvimos sentadas un cuarto de hora sin poder hacer nada. Llamé a la recepción a quejarme. pero pasaron otros diez minutos y nadie venía. Me levanté y miré por la ventana hacia fuera. Era una vista interior pero me quedé allí parada de espaldas a mi madre, conteniendo las lágrimas. Me embargaba un inmenso cansancio y una tristeza profunda, cómo sólo recordaba haber sentido cuando murió mi padre. Y miedo. Miedo a lo desconocido. Y sobre todo, a que mi segundo padre no pudiera salir de Cuba, a que lo apresaran o lo mataran. Estoy segura de que mi madre estaba pensando lo mismo. Gloria se había recostado en la cama sin sábanas y me pareció ridícula la saya con una enorme sayuela abajo que tenía puesta. (Las usaban así las niñas entonces, pero debió estar muy incómoda en un viaje tan largo.) Acababa de tomar una clase de apreciación de arte y le dije a Mami:

–Se parece a una de Las Meninas….

No dio tiempo a que me contestara porque sonó el teléfono. Toda brincamos. Respondí yo, por si era de la carpeta. Pero no, era nuestro compañero de viaje, al que le habíamos dicho a dónde íbamos a parar, que llamaba para saber si estábamos bien. Al unísono las tres le explicamos amontonadas sobre el teléfono que no nos habían subido las maletas ni hecho las camas. Averiguó si había habitación en su hotel y nos hizo una reserva. En cuanto nos llamó con la noticia, bajamos corriendo, cogimos nuestras maletas que estaban aún en el lobby y sin esperar por el portero tomamos un taxi al Hotel Mayflower.

Desde allí, aunque era cerca de la medianoche, mi madre logró comunicar con mi tía Sara y saber que Carlos se había podido asilar. Ya Gloria dormía. Mi madre y yo nos abrazamos. Creo que las dos lloramos, ella por primera vez ese día.

Los tres días que pasamos en el Mayflower, hasta que encontramos un apartamentico amueblado, no dejó de llover. Sentadas en el lobby, una señora americana, muy mayor, o al menos así me lo pareció entonces, nos contó que había bailado una vez con no sé qué Presidente. El resto es una especie de mancha gris en mi memoria.

He recordado muchas veces lo que sentí en esos días, pero con los años he pensado lo duro que habrá sido para mi madre, y también para mi hermana, tan pequeñita. Aunque he regresado a la Isla, los 13 de julio se reabren las heridas de aquel ya lejano pero siempre doloroso día en que nos fuimos de Cuba. Creo que ningún cubano olvida esa fecha. Es el momento en la vida anterior se quiebra en mil pedazos, y sólo se recupera en la memoria.

Por Uva de Aragon

Written by Uva de Aragon

6 Comments

Leave a Reply
  1. Todo Cubano tiene su história, al menos ustedes tuvieron la opción de escoger hotel, y alquilar apartamento amueblado. Se ahorraron muchas penurias al salir a tiempo, otros pasaron hambre y ni siquiera un techo donde dormir. Julio 05, 1996. Nunca olvidaré esa fecha. Mi relato, luego lo cuento.

  2. Yo también recuerdo el día que salí de Cuba, pero nosotras vinimos a España, concretamente a Barcelona en el barco VIRGINIA DE CHURRUCA, viajamos mi abuela, mi hermana y yo que teniamos 6 y 7 años, que decir tiene que no volvimos nunca más y la familia se rompió, mi abuela ya no pudo ver mas a mi abuelo pues a los 3 años de irnos murió y mi madre salió a los 2 años de habernos ido nosotras, Pienso en lo duro que tuvo que ser para mi abuela dejar toda su vida alli para sacarnos a nosotras, pensando que algún día eso acabaria y volveriamos. El viaje duró un mes pues salimos el dia 2 de diciembre de 1959 y llegamos a Barcelona el dia 2 ó 3 de enero de 1960. Me gustaria volver aunque ya no nos queda nada alli y eso que mi abuelo tenia negocios, pero aunque solo fuera una semana puesto que aunque era muy pequeña, me acuerdo de todo, del camino que haciamos para ir al colegio, de ir con el abuelo al malecón a montar en bicicleta, del médico que lo teniamos en el Vedado, de la playa de cojimar etc…. muchos recuerdos que no se olvidan nunca.

  3. Quienes tuvieron la dicha de salir al principio,sufrieron porque dejaban atrás su país, la familia, amistades…
    Los que nacimos y crecimos en ese régimen, perdimos parte de nuestras vidas porque jamás nos permitieron pensar, actuar o expresarnos, solo cumplimos órdenes.
    Salí de Cuba el 27 de noviembre de 2003,de 41 años de edad, toda mi familia se había ido por distintas partes, mi padre falleció en Holguín.
    Vine para Guatemala, dejé a mi esposo, no sabía cuánto demoraría el reencuentro pero tenía la oportunidad de regresar si a él no le daban la salida. A los tres meses nos reunimos. Dios hizo un milagro.Esos tres meses parecieron eternos, nunca había llorado tanto.
    La idea era seguir para Miami donde se encuentra mi familia pero la vida nos fue llevando por camino diferente y nos quedamos.
    Guatemala nos ha dado amor, trabajo, la posibilidad de vivir diferente.
    No he dejado de sentir nostalgia por mi tierra, por sus playas, su gente.
    Cada 27 de noviembre recuerdo el momento en que el avión despegó y yo tuve la sensación de ser un árbol que estaba siendo arrancado de raíz.
    Mi respeto hacia todas esas personas que han contado su historia, a los que no la contaron pero la han vivido y a los que continuarán abandonando su país por el mismo motivo que nosotros.
    Dios nos cuide en donde quiera que nos encontremos y nos mantenga unidos por nuestras raíces.

  4. Por mi parte en parte me sentía contenta pero dejaba atrás a mis primos hermanos a mis tíos y a amigos muy queridos, pero tanto como eso me dolía en el alma dejar a Nely mi perrita podré de seis años que me adoraba tanto como yo a ella, ninguno de mis familiares podía quedarse con ella ya que tenían un perrito cada uno de ellos, a última hora una vecina se ofreció y respiré aliviada pero fue horrible el momento en que tuve que entregarla a esas alturas no sabía si algún día volvería atrás y si la volvería a ver, pero tuve que irme con el corazón roto y la esperanza de una vida mejor, porque en esos momentos ya no había comida ni nada con que subsistir, había que irse o morir. Salimos mi esposo, nuestra hija y mis hijastros. Ya acá cada vez que me llevaba la comida a la boca pensaba en mi perrita y por supuesto en mi familia. Poco tiempo después supe que ella había muerto en circunstancias no claras pero no culpo a mi vecina se que ella la cuido y la alimento ella ama a los animales, pero nunca más la he visto aunque no pierdo las esperanzas de encontrarla algún día y poder saber la causa verdadera de muerte de mi Nely. Hoy 20 años después aunque tengo dos perritos uno muy parecido a ella aún la lloro y su foto esta ahí en mi sala como testigo de su existencia, porque al mirar atrás son tanta las vivencias subrealistas que a veces no se que fue cierto y que no y como el dolor se va haciendo soportable al pasar el tiempo. Es como mirar hacia atrás cuando se ha caminado en la cuerda floja de la vida!

  5. YO NACI UN 13 DE JULIO DE 1960 …. ESE DÌA PARA MI NACIO UNA ESTRELLA … PERO 20 AÑOS DESPUÉS NUNCA OLVIDARE EL 4 DE DICIEMBRE DE1980 … VOY HACER 35 AÑOS KE NO VEO ESA “LUZ” …. X KE CUBA SEÑOR@S ES LUZ!!! … EL DÍA DE SHANGO!! … EN ALGUN MOMENTO VOLVERE Y SI NO ES EN ESTA VIDA, PA LA PRÓXIMA … SIGO LLORANDO MI TIERRA DE EMOCIÓN CUANDO LA VEO EN LA FACE !! … MUCHO ASHÉ PÁ ELLA Y PA TODOS LOS CUBANOS KE ANDAMOS REGAOS X EL MUNDO UN ABRAZO DE LUZ!! …. GRACIAS VIDA !! LA VERDAD ES KE NO DEBERIAN DE EXISTIR LAS FRONTERAS, LA TIERRA ES DE TODOS!!! …

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *

Dos heridos graves como consecuencia de accidente de tránsito en Baracoa

Las fotos de “El Chapo” que al gobierno mexicano no quiere que vean: En avión y tomando cerveza