La frontera de Venezuela con Colombia seguirá cerrada hasta que “no se capture a los autores del ataque militar a venezolanos y se desmantele a los grupos militares en la zona.
La comparación entre los dos personajes surge a raíz de las xenófobas declaraciones del aspirante republicano a la candidatura de su partido por la presidencia de Estados Unidos en contra de los mexicanos, a quienes ha denostado para sacar provecho político.
Aunque ninguno de los dos medios lo menciona, de sus editoriales se puede inferir el viejo aforismo de la teoría política según el cual los extremos del espectro ideológico al final tienden a unirse: en este caso, son muy similares las posturas del ultraconservador Trump que se opone a la presencia de mexicanos en Estados Unidos y del ultraizquierdista Maduro que se opone a que los colombianos estén en su país.
“Es ridículo”, dice el Espectador sobre lo que está haciendo el gobierno venezolano en la frontera con Colombia, y califica de “grave” que Maduro se esté “llevando por delante los derechos de colombianos y venezolanos por igual”. También manifiesta su preocupación porque “el problema no parece tener salida pronta”.
Puede sonar “delirante”, resalta El Tiempo, pero “es un hecho que hay similitudes en las recientes posturas” de Turmp y Maduro, “frente a los inmigrantes mexicanos y colombianos, respectivamente”.
Ambos diarios también concuerdan en que la situación planteada por Maduro obedece a los serios apremios internos que tiene su país, y a la cercanía de las próximas elecciones.
“¿Qué pretende el presidente Maduro con su intransigente estado de emergencia? ¿A quién está amedrentando políticamente?”, se pregunta El Espectador en su editorial, y responde de inmediato: “El fantasma de las elecciones parlamentarias, que crece cada día más, lo tiene claramente nervioso. Ojalá no esté considerando suspenderlas sustentado en la ‘temible’ amenaza colombiana. ¿Alguien, de verdad, le da credibilidad?”.
“Es claro que una vez más en Miraflores se ha decidido jugar la carta del enemigo externo en tiempos de serios apremios internos y víspera de contienda electoral”, dice, por su parte, El Tiempo.
Los dos diarios bogotanos destacan que el Gobierno de Juan Manuel Santos haya adoptado una posición diplomática. “El problema no es sencillo. El gobierno colombiano sabe que se enfrenta a una crisis ficticia, que responde más a los intereses internos de Venezuela que a Colombia. ¿Cómo lidiar con la intransigencia, con el discurso deshonesto? Con cautela y firmeza, porque hay mucho en juego”, continúa El Espectador.
“Sería un craso error entrar en el juego de las provocaciones. Lo sensato, más bien, es aprovechar la situación para examinar la manera como se viene dando la colaboración de ambos Estados en la lucha contra enemigos comunes y, si es posible, fortalecerla para beneficio mutuo”, dice, a su turno, El Tiempo. “La vía por excelencia para lograr dichos objetivos es la de la diplomacia”.
Por último, los dos medios hacen un llamado para que sectores oportunistas no aprovechen la crisis para sacar ventajas políticas. “Son irresponsables las voces belicistas que buscan aprovechar esta coyuntura para criticar al Gobierno”, dice El Espectador. “Es fundamental recordar que ante coyunturas tan complejas que involucran asuntos de Estado, las diferentes fuerzas políticas deben entender que no es el momento de buscar réditos pasajeros”, asegura El Tiempo.
Publicado en Pulzo