El Pontífice, al visitar la catedral santiaguera, se dirigió a las familias cubanas y dijo que ellas saben recibir, saben acoger al visitante y lograr que este se considere en casa.
En su discurso exaltó la importancia que otorga al matrimonio y a la constitución del entorno familiar como una oportunidad para recoger la siembra porque otorga la posibilidad de ver a los hijos crecer y formar posteriormente su propio hogar.
Se trata de una oportunidad de ver que toda la lucha ha valido la pena pues da alegría ver a los hijos crecer, estimularlos para que puedan animarse a construir sus vidas y formar sus familias.
Recordó que Jesús inició su vida pública en una boda y se introdujo en la historia de siembras y cosechas, sueños y búsquedas, esfuerzos y compromisos.
Añadió que en las cenas donde participó Jesús con diversas personas y amigos dio a conocer el proyecto de Dios dando importancia a esos intercambios familiares al terminar la jornada de trabajo.
Es en la casa donde aprendemos a recibir y agradecer la vida como una bendición , donde experimentamos el perdón y somos invitados a buscar lo mejor para los demás, subrayó el Papa.
Explicó que en muchas culturas van desapareciendo estos espacios y momentos familiares , todo lleva a separarse, escasean momentos para estar juntos y comienzan a faltar las redes unitarias, pedir permiso o perdón y dar las gracias.
Sentenció que la familia es escuela de humanidad y una oportunidad de cuidar, proteger y acompañar a los demás.
El Papa anunció que, en los próximos días participará en el Encuentro Mundial de las Familias y en menos de un mes en el Sínodo de Obispos con el tema de las familias y exhortó a ayudarse entre todos para seguir descubriendo al Dios vivo entre su pueblo, haciendo de las familias su hogar.
Publicado en Prensa Latina
