Por: Ricardo Sánchez Tamayo.
Bayamo, Cuba. – Las “buenas intenciones” de los funcionarios del Gobierno de Granma, se reflejan en tres familias que fueron desalojadas de sus hogares. Los encargados del desalojo, según las declaraciones de los propios perjudicados, fueron las máximas autoridades en este oriental municipio cubano.

Al indagar sobre el tema con los afectados, pudimos apreciar las crueldades de estos burócratas sin escrúpulos, capaces de echar a las calles a familias necesitadas.

“Eran las cinco de la mañana cuando llegaron funcionarios de Vivienda provincial, dijo Juan Carlos. Nos comunicaron a las siete familias que vivíamos en la zona, que teníamos que salir de esta propiedad ya que se nos habían asignado nuevas casas. Ante esta seguridad ellos estuvieron de acuerdo, menos nosotros, porque lo que nos ofertaban no estaba acorde a la cantidad de personas que vivimos en la casa.”

El entrevistado recordó además: “En el año 1970 se realizó un censo con el objetivo de otorgar viviendas a estas familias y después de tantos años, al interesar el terreno, somos los apestados. Su prioridad: la construcción de un Tele Punto de ETECSA. Considero que los interesados debían ofertarnos algo digno para poder vivir, no un apartamento de dos cuartos con el que no estuvimos de acuerdo pues no es capacidad para el número de miembros de mi familia.”

El testimonio de Juan Carlos prosigue: “Mi esposa, que es Licenciada en enfermería y ya se había preparado para salir al trabajo, sintió a los vecinos hablando en voz alta y salió rápidamente. Ella observó a los principales responsables de la demolición cómo ordenaban a la brigada de derribamiento a desbaratar todas las casas. Entre ellos estaba Octavio, Vicepresidente del Gobierno, Damaris, la jefa de los inspectores, Yoel que es de planificación física y varios agentes de la policía encabezados por el jefe de la 3ra Unidad, el compañero Mesa.”

El hecho causó descontento e indignación entre los vecinos de la zona, quienes vieron con impotencia cómo derribaban las casas, muchas de ellas en excelente estado constructivo.

-Eso es un peligro y es además una acción abusiva-, manifestó Luis Nápoles, vecino del lugar.

-Juan Carlos, nos dijo: “yo fui al Partido Provincial, con Sonia Virgen Mojena y la respuesta que nos dio a mi esposa y mi suegra fue que no estaba en sus manos, que fueran para el apartamento que nos asignaron y después se vería que se podía hacer por nosotros.”

El mismo hecho afectó a Tomás Escalona Tamayo, vecino del reparto Jesús Menéndez, quien al día siguiente de lo ocurrido con la Familia de Juan Carlos, interrumpió su sueño al sentir cómo personas desconocidas daban fuerte golpes en las paredes de su casa mientras él y su esposa descansaban. La justificación era que él había construido ilegalmente su vivienda y por lo tanto tenían que demolerlo. El pecado de Tomás había sido ampliarse al fondo de la casa, pues no cabían en la ya existente.

Raquel Tamayo, madre de Tomás afirma:” estábamos durmiendo cuando la policía entró violentamente a la casa, cogieron a mi hijo por los pies y las manos, lo inmovilizarony arrastraron hacia afuera. Ante tanta violencia comencé a gritar pidiendo auxilio a mis vecinos, sin tener respuesta, pues la policía había tomado el lugar y no dejaba a nadie acercarse. El jefe de la policía me ordenó callar bajo la amenaza de llevarme hasta la unidad de policía por desacato a la autoridad. Me sentí totalmente desamparada y no me quedó más remedio que aceptar y esperar que terminaran su fechoría. Aquí no hay respeto hacia nada ni nadie.”

Tres días después de lo ocurrido a Tomás, los mismos funcionarios fueron al Entronque de Guisa y demolieron la viviendas de Daiver Vega y su esposa Yuranis Arias, con su niño Daniel Vega, de 5 años de edad.

Nos cuenta Yuranis Arias, “todo ocurrió muy rápido , fuimos sacados de la casa violentamente. Cinco personas que se conmovieron con nuestras familias e intentaron impedir lo que estaba sucediendo, fueron detenidas por reclamar a estos funcionarios: Joaquín Proensa, Idalberto Suarez, Héctor Amaya, Raúl Espinosa, Daiver Vega-. El oficial que dirigió este operativo fue Méndez, los principales responsables fueron los del Gobierno, que son los que mandan a hacer estos desalojos aquí, para después decir que en Cuba no hay desalojo.”

A Yuranis, sin tener donde refugiarse, no le quedó más remedio que aceptar la oferta de un vecino que se condolió de ellos y está viviendo con su esposo y su hijo en una corraleta de animales que les ofreció.
Cuando me personé en la Unidad 3ra de la Policía Nacional Revolucionaria en busca de Mesa, quien estaba al frente de demolición, como funcionario del orden público, la recepcionista del lugar esgrimió que era imposible acceder a él pues su trabajo es considerado confidencial y no de interés para el público que debía retirarme.
Igual gestión realicé en Vivienda Municipal, en el departamento de Planificación Física con el funcionario Yoel, pero cuando me dirigí a la señora de la recesión me afirmo que ese compañero ya no trabajaba con ellos y que ella conocía de esos casos y estaba segura, que el accionar de Yoel respondía a un plan elaborado con anterioridad y que a todos se les había asignado casas. Por lo tanto no habían quedado al desamparo y en cuanto a las demás familia no tenían orden de construcción y eso es una violación. Criterio que no coincide totalmente con los expresados por las familias afectadas
La idea concluyente no deja lugar a dudas. Mientras este Gobierno le pide al Presidente Barack Obama el levantamiento del embargo impuesto a Cuba, y la Unión Europea se sienta en la mesa de diálogo para buscar una política más flexible hacia la Isla, las directrices comandadas por Raúl Castro se dirigen a la aplicación de más represión contra un pueblo que no encuentra la forma de hacer valer sus derechos.

Con información tomada de Palenque Cubano