Además del zika, el dengue y la chikungunya, el virus de la influenza, también llamada gripe estacional, ha comenzado a hacer estragos en la región latinoamericana, siendo México, hasta la fecha, uno de los países más afectados.
La influenza ha causado la muerte de 79 personas desde el inicio de la temporada invernal en México. Con el agravante del desabastecimiento del antiviral oseltamivir, el medicamento utilizado para la prevención y tratamiento de esta enfermedad. Es fundamental destacar que este tipo de virus puede afectar a cualquier país y en cualquier edad.
Es importante considerar que, aunque se disponga de antivíricos para tratar la gripe, los virus pueden volverse resistentes a estos fármacos.
Pero…
¿Qué es la influenza?
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la influenza es una infección vírica que se transmite fácilmente de una persona a otra. Se puede constituir en una enfermedad grave, llegando a ser un problema de salud pública que, incluso, puede provocar la muerte en poblaciones de alto riesgo.
La infección por el virus de la influenza está causada por virus ARN pertenecientes a la familia Orthomyxoviridae. Existen tres tipos de virus de la influenza: Influenza virus A, Influenza virus B e Influenza virus C, que corresponden a los virus de influenza tipo A, B y C, respectivamente.
¿Cuáles son los síntomas de la influenza?
La influenza es una enfermedad respiratoria viral, contagiosa y aguda, cuyas manifestaciones características son fiebre, cefalea, mialgia, postración, coriza, dolor de garganta y tos.
La fiebre y los demás síntomas suelen desaparecer en la mayoría de los casos en el plazo de una semana, sin necesidad de atención médica.
El tiempo transcurrido entre la infección y la aparición de la enfermedad (el llamado periodo de incubación) es de aproximadamente 2 días.
¿Cuáles son los grupos de mayor riesgo?
Las epidemias anuales de gripe pueden afectar gravemente a todos los grupos de edad, pero quienes que corren mayor riesgo de sufrir complicaciones son los menores de 2 años, los mayores de 65 y las personas de todas las edades con determinadas afecciones, tales como inmunodepresión o enfermedades crónicas cardíacas, pulmonares, renales, hepáticas, sanguíneas o metabólicas (por ejemplo, la diabetes).
¿Cómo prevenir la influenza?
Existen diversas medidas para prevenir la infección causada por el virus de la influenza. La OMS recomiendan unas medidas de acción global, algunas de estas son:
- Reconocer de manera oportuna la emergencia de cepas virales de potencial pandémico y monitoreo de su evolución.
- Establecer mecanismos que permitan identificar el inicio de la pandemia de influenza.
- Reducir la morbilidad, mortalidad e ingresos hospitalarios por la enfermedad.
- Desarrollar la capacidad para atender un elevado número de individuos enfermos graves en la comunidad y en hospitales.
- Asegurar que los servicios esenciales se mantengan funcionando para reducir al máximo la disrupción de la vida diaria.
También existen otras medidas que están vinculadas a la gestión personal y comunitaria, a saber:
- La vacunación es la forma más eficaz de prevenir la infección. Esta vacunación está especialmente recomendada para los siguientes grupos sociales:
- Personas de cualquier edad; principalmente adultos jóvenes con obesidad, diabetes, enfermedades pulmonares crónicas, enfermedades del corazón, pacientes con VIH o cáncer.
- Niñas y niños de 6 meses a 5 años y personas mayores de 60 años.
- Mujeres embarazadas en cualquier trimestre del embarazo.
- Personal de salud.
2. Otorgar tratamiento oportuno con antiviral a pacientes sospechosos de influenza.
3. Cualquier persona que presente sintomatología respiratoria, como fiebre, tos y/o malestar general, no se auto-medique y acuda a su médico de manera oportuna para recibir el tratamiento adecuado.
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Varias pandemias de gripe afectaron a la población mundial a lo largo del siglo XX y a principios del siglo XXI y se trata incluso hoy en día de una grave amenaza. Esta película describe diversos aspectos fundamentales de las evoluciones constantes de los virus gripales y su impacto en la salud pública.
Debido a la naturaleza del virus y la amenaza que representa, la Organización Mundial de la Salud efectúa una vigilancia mundial de la gripe durante todo el año, para lo cual convoca a miles de científicos del mundo entero. Su intercambio de información científica y material sobre los virus ayuda a determinar los virus que probablemente constituirán la principal amenaza en la próxima estación gripal y permite de este modo decidir dos veces al año la composición de las próximas vacunas. La vacunación es la intervención más eficaz para reducir la mortalidad y la morbilidad de la gripe, las epidemias gripales estacionales y la próxima pandemia imprevisible.
Es indispensable realizar esfuerzos coordinados de todos los profesionales de la salud pública a fin de prepararse para hacer frente a esta amenaza para la salud pública mundial en todas sus dimensiones.
Referencias: OMS / Dirección General de Epidemiología de México /