Hoy los oficialistas le rinden honores a su comandante supremo, intergaláctico y espacial, Hugo Chávez (disculpen los epítetos, es que son pegajosos). Un día como hoy hace tres años, Nicolás Maduro por fin se armó de valor y les dijo a los venezolanos que el presidente había muerto. Era un secreto a voces, pues se decía que Chávez falleció en Cuba para finales del año 2012 luego de ser sometido a una cirugía.
Los chavistas se volcaron a las calles a llorar al fallecido mandatario, los opositores veían en el horizonte el fin de un modelo político que había llevado al país a un deterioro social y económico sin precedentes. Sin embargo, Chávez, tan ocurrente y carismático, partió al cielo no sin antes dejar un regalo al país que ocasionó que hasta los opositores lo extrañaran; Maduro.
Hoy Nicolás Maduro, ha conducido la herencia del “supremo líder”, a un camino de NO retorno, inflación de 180% (confirmada por el Banco Central de Venezuela, expertos afirman que es mucho mayor), desabastecimiento en un 70%, escasez en un 60%, sueldos de hambre y conflicto de poderes.
No obstante, Maduro abrió espacio en su agitada agenda para conmemorar la muerte del “presidente galáctico”, pero no quería hacerlo solo, así que decidió invitar a los “lideres” de Latinoamérica.
Evo Morales, presidente de Bolivia, Daniel Ortega de Nicaragua, Salvador Sánchez Cerén de El Salvador, Miguel Mario Díaz-Canél en representación de Cuba y los primeros ministros de Dominica, Roosevelt Skerrit; San Vicente y las Granadinas, Ralph Gonsalves y Antigua y Barbuda, Gaston Brown.
Sin embargo más que representar a su país, alguno de ellos representan el deterioro de la “revolución latina”. Un momento, ¿y Cristina?, ah cierto, ya ella no es una “líder revolucionaria” porque Macri le ganó las elecciones y no ha salido a la luz pública.
Comencemos con Evo Morales, el más reciente perdedor. Morales acaba de sufrir una derrota aplastante en la reforma constitucional de su país, ¿y cuál fue su reacción?, culpar a las redes sociales, al imperio y a la oposición de haberle hecho trampa (creo que lo asesoró Maduro en ese discurso).
Lo que Evo no dice es que los opositores realizaron una campaña electoral en la que solo utilizaron a Venezuela como referencia del por qué NO se debía aprobar la reforma constitucional. En ese caso la culpa no es del imperio o las redes, la culpa es de Chávez y Maduro por convertir a su país en una nación miserable, manejando la constitución a su antojo.
Ahora vamos con Daniel Ortega, presidente de Nicaragua. Apartando las denuncias que posee el mandatario por acoso sexual, este “revolucionario” le ha dado la espalda a miles de inmigrantes (la mayoría cubanos), que quieren pasar por su país para poder llegar hacia los EE.UU con la excusa de que “violan su territorio”, originando una crisis humanitaria que tuvo que ser asistida por la mayoría de los países centroamericanos.
Un líder, es aquel que se encarga de orientar a sus seguidores hacia el mejor camino posible, inculcándoles buenos valores, generando acciones que terminen en beneficio para todos incluso para aquellos ajenos a estar bajo su mandato, la palabra “Lider”, a Ortega le quedó grande cuando reprimió a los cubanos que con entusiasmo intentaban llegar hacia EE.UU.
Luego tenemos a Miguel Mario Diaz-Canel, quien vino en representación de Raúl Castro mandatario de Cuba. ¿Por qué Raúl no vino personalmente a rendirle honores a quien por años le regaló petroleo?, quizás estaba muy ocupado con los preparativos para recibir al presidente de Estados Unidos, Barack Obama.
Diaz-Canel, según algunos diarios latinos, se perfila como el próximo líder cubano, actualmente se desempeña como vicepresidente de los Consejos de Estado y de Ministros de Cuba. Los hermanos Castro, quienes han extendido su revolución por toda América Latina, cual cáncer se expande por el cuerpo, hoy ven con tristeza como su modelo poco a poco es exterminado.
Raúl, ha hecho lo que su hermano nunca se atrevió a hacer, dialogar con “El imperio”. Y es que si Cuba desea sobrevivir a la catástrofe económica que se avecina al no poder recibir más las dádivas de los gobiernos revolucionarios en peligro de extinción le ofrece, la mejor estrategia es pegarse al que más tiene.
Para finalizar, y volviendo con Chávez, no cabe duda que su muerte ha dejado un gran vacío de poder tanto en Latinoamérica como en Venezuela. El comandante logró unir a los países latinos bajo una misma ideología auspiciada por Fidel, y hoy todo eso, es destruido por su hijo, Maduro, que en vez de ser un portaaviones, se ha convertido en un submarino, llevándose todo lo heredado por Chávez bajo el agua.
Redacción Cubanos por el Mundo