Aquí, en el templo de Longquan en las afueras de Pekín, los monjes vienen de todos los tamaños. Conoce a Xian’er un robot de 60 centímetros que ayuda a difundir la palabra del budismo.
Vestido con un traje amarillo el monje miniatura se mueve alrededor por sí mismo y responde preguntas. Xain’er comenzó como un dibujo animado por el Maestro Xianfan en el 2013.
El templo publicó cómics Xian’er, vendió mercancía Xian’er, y finalmente con la ayuda de expertos de inteligencia artificial y de una empresa de tecnología, lo convirtierón en un robot. Los monjes aquí esperan que Xian’er pueda ayudar a difundir las enseñanzas del budismo.
Oficialmente, China sigue siendo un país ateo, aunque la religión incluyendo el budismo, ha renacido lentamente desde el comienzo de la era de la reforma.