Luego del encuentro entre el expresidente del gobierno español, José Luis Zapatero y el preso político venezolano, Leopoldo López, en la cárcel de Ramo Verde, las reacciones no se hicieron esperar.
Para la oposición venezolana, resulta un pequeño triunfo que un representante internacional, haya logrado conversar con el líder progresista, quien se encuentra en prisión por haber sido responsabilizado por el régimen de Nicolás Maduro, de las 43 muertes que se produjeron tras las protestas del 2014, en enfrentamientos entre estudiantes y los cuerpos de seguridad del Estado.
Este primer paso genera incógnitas en función de que Zapatero, es identificado en Venezuela, como un personaje cercano al oficialismo, por lo que genera cierto recelo su preponderancia en el desarrollo de un diálogo entre ambos factores.
Sobre el encuentro, se conoció que Zapatero podría haberle planteado a López su pronta liberación, siempre y cuando acordara junto a la Unidad, aplazar el referendo revocatorio para el 2017. Ante esto y de manera concisa y precisa, López aseguró que el diálogo dependía de un cambio de gobierno durante este mismo año y que “la libertad de pueblo venezolano, estaba inclusive por encima de la de él”
El cambio constitucional este 2016 por el que tanto hemos luchado no puede ser intercambiado por nada! El pueblo quiere revocatorio 2016
— Leopoldo López (@leopoldolopez) June 6, 2016
Y también la importancia de que diálogo no puede ser para ganar tiempo porque el pueblo de Venezuela ya no tiene tiempo
— Leopoldo López (@leopoldolopez) June 6, 2016
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