Luego de la denuncia realizada por Cubanos por el Mundo, sobre la detención arbitraria de dueños de los paladares más famosos de La Habana, sale a la luz la nueva regulación del régimen castrocomunista.
No habrán más paladares en Cuba. El régimen decidió suspender de manera “temporal” el otorgamiento de licencias para los restaurantes privados en la ciudad bajo amenazas a los ya establecidos que se han ganado la preferencia de los turistas.
Mientras el arribo de turistas a la isla se incrementa, el régimen de Castro determinó restringir la oferta gastronómica de la isla. Parece que resultó imperdonable para el comunismo cubano que Los Obama prefirieran un paladar cubano al ofrecimiento de los militares.
¿Y la apertura de la economía cubana?
La decisión deja en evidencia el desinterés del gobierno de Castro por abrirse al emprendimiento cubano y la iniciativa privada para diversificar la economía.
El año pasado, Cuba dio marcha atrás en una serie de reformas orientadas al mercado de la agricultura y este año se han impuesto controles de precios sobre los servicios de transporte privado, reseñó Reuters.
Desde que el gobernante Raúl Castro aflojó las restricciones a las pequeñas empresas, hace seis años, los restaurantes privados han florecido, especialmente en la capital, donde la renta es más alta y el flujo creciente de turistas exige un mejor precio y servicio que lo que está disponible en la mayoría de los establecimientos estatales.
Hay cientos de restaurantes privados en La Habana y más de 1.700 en todo el país, según el Ministerio de Turismo.
Durante las últimas seis semanas, los propietarios de algunos de los restaurantes más conocidos han sido llamados a reuniones en las que funcionarios de la ciudad han elogiado sus contribuciones a la economía y el turismo, para luego darles una lista de las violaciones de regulaciones cometidas, advirtiéndoles que cesen y desistan.
Una fuente reveló a Cubanos por el Mundo, como Edel Izquierdo Fernández, fue detenido por el éxito de su paladar Restaurante 1800 en Camagüey. Autoridades del régimen se presentaron en el restaurante en una “supuesta inspección” y luego de hacerle un exhaustivo registro de las instalaciones y del inventario, detuvieron al cuentapropista bajo la complicidad de la oscuridad de la noche.
Con información de Reuters